TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

En la primaria aprendimos que el agua existe en forma sólida (hielo), líquida y gaseosa (vapor de agua) que podemos observar en océanos, ríos, nubes, lluvia y otras formas de precipitación en frecuentes cambios de estado. Aprendimos también que es la base de la vida y que es un producto no renovable y que en consecuencia, necesitamos cuidarla y racionar su uso porque puede acabarse. Hoy sabemos que el 97.5% del agua en la tierra se encuentra en los océanos y mares de agua salada, únicamente el restante 2.5% es agua dulce, algunas fuentes dicen que el 3 por ciento que para el caso es lo mismo. Del total de agua dulce en el mundo, el 69% se encuentra en los polos y en las cumbres de las montañas más altas y se encuentra en un estado sólido.

Lo delicado de este tema es que “Las más recientes evaluaciones de los especialistas y organizaciones internacionales conectadas con los problemas del agua, sugieren que para el año 2025 más de las dos terceras partes de la humanidad sufrirá algún estrés por la falta de este líquido (L’vovich el al. 1995, Simonovic 1999).” La higiene personal, nuestra hidratación, la vida como la conocemos, el funcionamiento de maquinaria, etc. Dependen del agua, sin ella simplemente no estaríamos aquí ni usted que me lee ni yo, es un elemento indispensable para la vida y su continuidad.

A pesar de que reciben nombres diferentes, solo existe un gran océano planetario que rodea todos los continentes. De acuerdo a su extensión y profundidad, el océano Pacífico es el mayor, le sigue el Atlántico, luego el Índico, el Glacial Antártico y Glacial Ártico. Todos ellos desempeñan un papel muy importante en el planeta, ya que son el hogar de gran cantidad de seres vivos, influyen en el clima mundial, son fuente de alimento, de materias primas y energía. Además representan un enorme recurso turístico para muchas naciones y una importante vía de transporte de pasajeros y de cargas pesadas.

Por otra parte, sabemos que las áreas verdes favorecen no solo el esparcimiento de las personas sino una excelente opción para favorecer la absorción de la lluvia. Las zonas arboladas contribuyen a la precipitación pluvial y todo ello a la vida en general. Lamentable pero cierto, Se calcula que una persona necesita a diario 350 litros de agua para satisfacer sus necesidades de alimento y aseo; sin embargo, hay lugares en que una familia con cuatro miembros debe ajustarse a 20 litros diarios. En el caso contrario, se encuentran personas que pueden disfrutar hasta de mil litros de agua diaria, muchos de los cuales son utilizados sin control alguno, para lavar autos o regar jardines. A lo anterior hay que agregarle la contaminación de los mantos freáticos, el uso irracional de agua por la explotación de minas, la contaminación de los océanos y ahora dicen que en Colima nuestra agua tiene arsénico. Un poderoso veneno que genera enfermedades y muerte.

ABUELITAS:

Naturalmente las autoridades involucradas en el asunto de la contaminación del agua descubierta en Colima por investigadores serios, respondieron rápidamente con una negativa que más que desmentir la otra realidad, generan desconfianza y desconcierto entre la población. Aunado a lo anterior, autorizado o no, el organismo que descubrió la contaminación señalada tiene los pelos en la mano, para decir “este burro es pardo”. Por otra parte sería infantil pensar que las autoridades responsables aceptaran decir que si, que es cierto. Así que el tiempo dirá quién tiene la razón, la vida o la muerte. Es cuánto.