COLIMA, SEGUNDA VUELTA
Por: Carlos Orozco Galeana
Tras la anulación de los comicios de junio pasado, los escenarios locales cambiaron. Hay una etapa nueva en que la mayoría de colimenses discernirá el rumbo de Colima: el refrendo del poder al PRI, como ha sido históricamente cada seis años, o el cambio a cargo de su oponente principal, el Pan.
Atrás deben quedar los discursos incendiarios del panista Jorge Luis Preciado que sembró magistralmente odios por doquier y dividió a los colimenses. Tachó de delincuente a un partido y a varias generaciones de servidores públicos en lo que fue de su parte una campaña grosera, sin ideas, de mentiras, de confrontación, de mucho dinero. No presentó una sola propuesta razonada.
Ponerse del lado de los supuestos buenos le surtió efectos favorables a Jorge Luis, pero las cosas son distintas hoy. Ahora hay que presentarse de otra forma ante los ciudadanos. No fructificarán más los agravios, habrá que rifársela en la arena electoral con propuestas constructivas que miren hacia el bien común. Ahí se ponchará. Es terreno desconocido para él. Y todavía falta por ver si puede competir, porque la demanda contra de él ante Fepade que hizo el PRI por alterar documentación, es delito que habría de perseguirse y castigarse de acuerdo a las leyes penales. Su camino se angosta, puede ser eliminado. Si compite, será por la impunidad reinante, por arreglos cupulares vergonzantes.
“Una persona que viola la ley de manera deliberada para beneficiar sus intereses personales y engañó y defraudó a la autoridad para obtener un fallo favorable carece de calidad moral para buscar el voto de los ciudadanos. Si Jorge Luis Preciado engañó a la autoridad con documentos falsos, ¿qué otra cosa será capaz de hacerle al pueblo de Colima? Rigoberto Salazar también debe ser investigado y sancionado por su actuación indebida al igual que Preciado, considera el PRI, ya que ambos propiciaron que se pervirtiera el proceso electoral y se torciera la voluntad del pueblo de Colima que se manifestó claramente a favor del candidato del PRI, Ignacio Peralta, quien actuó en todo momento con apego a la Ley y fue afectado por hechos de los que no fue responsable”, sostuvo Gerardo Herrera, secretario jurídico del CEN del PRI.
Al margen de que ese castigo proceda o no, estimo que Ignacio Peralta volverá a ganar aunque no con holgura. Pero tendrá que eliminar lastres de campaña, deslindarse del gobierno anterior al de Pérez Díaz, emprender un camino con aliados nuevos, generar contactos no solo con líderes sino con la gente de colonias y barrios, cambiar operadores que le fallaron, recomponer la participación con los partidos aliados cuyos candidatos le pusieron más interés a lo suyo en junio pasado, derivando tal comportamiento en que hubo distritos – el 2- donde por cada diez votos a favor del candidato a diputado aliancista, Ignacio solo obtuvo uno. ¿Qué paso ahí?
Capacitado en economía, con experiencia en un desempeño necesario para cualquier político como es una alcaldía capitalina, con una visión global para generar el desarrollo sostenido, el ex subsecretario de SCT tiene las cualidades y las relaciones políticas para hacer un buen gobierno. Jorge Luis no puede presumir de eso, sus desempeños han sido azarosos, al filo de la navaja de la ley y no ha ganado una sola elección. En su partido se preguntan si están errando habilitándolo otra vez como candidato. Bebe mucho, además, y no es agua. Como el alcalde de Colima, Insúa.
Ignacio puede consolidarse las siguientes semanas como el candidato más confiable y creíble de los que compitan. Tiene el apoyo del comité nacional de su partido y ahora sí el del PRI local y quizás tendrá el de grupos internos que le fueron antagónicos a su candidatura. Quizás.
Tendría que mandar un mensaje de reconciliación a un sector de la burocracia lastimado por la crisis económica y ofrecer al menos la revisión en algunos casos de despido. A los trabajadores debe respetárseles, sean o no de base. Igualmente, podría mejorar la relación con el magisterio ya que por disposiciones de la SEP pudieron haberse cometido injusticias como la falta de pago a innumerables personas. Si trabaja como siempre lo ha hecho, y se unifica, el PRI ganará otra vez el 17 de enero del 2016.