TAREA PÚBLICA

0

PROTECCIÓN A ADOLESCENTES

Por: Carlos Orozco Galeana

Se realiza la Semana nacional de la adolescencia  en Colima, acto en el cual el dinámico y comprometido secretario de Salud, Carlos Salazar Silva, refirió que la principal causa de  muerte entre los jóvenes es por accidentes automovilísticos asociados al consumo de alcohol y drogas, información que se ha reiterado en todo el país los últimos tiempos.

Dijo que ese fenómeno “puede ser previsible” si la sociedad mexicana se compenetra de esa realidad y junto al gobierno participa en un esfuerzo  compartido, ya que ese consumo deriva en violencia, suicidios y homicidios.

Bien expuesto  esto último,   me pregunto: ¿Por qué siguen proliferando en todos los municipios de Colima la venta indiscriminada de alcohol?  ¿Por qué  a las autoridades de los tres órdenes de gobierno no se les ocurre organizar actividades educativas – formativas- recreativas para  los jóvenes convocándolos a una vida libre de vicios  ofreciéndoles perspectivas de crecimiento personal? Por un lado, los ayuntamientos reciben vía impuestos muchos cientos de  miles de pesos o acaso millones de los dueños de establecimientos que venden alcohol, pero luego las instituciones sanitarias tienen que gastar presupuesto para prevenir   o curar adicciones en clínicas y hospitales.

Una encuesta nacional para medir el consumo de alcohol efectuada por la Comisión Nacional contra las Adicciones, reveló  que el consumo de alcohol en México es elevado y que los estudiantes presentan los mismos patrones de consumo que el de la población en general. Así,  41.9 % de  los hombres y el 39.4% de las estudiantes de secundaria reportan haber bebido alcohol, en tanto  que en el bachillerato la proporción aumenta a 74.5% y 73.3% respectivamente.

El doctor Salazar Silva tocó un punto medular: el de la problemática al interior de las familias que, ya en proceso de desgaste anímico y moral, generan consecuencias que dañan la salud orgánica, espiritual, psicológica  y del desarrollo de sus miembros, lo que deriva luego en la pérdida de la perspectiva de creación de una ciudadanía cabal.

El corolario de tales situaciones no puede ser más agobiante y tenebroso. El tiempo de hoy se significa por una relativización que lleva a lo antihumano, millones de  jóvenes han perdido la fe en un mundo mejor,  la esperanza, y viven inmersos en una turbulencia por la falta de expectativas a pesar de que estudian y siguen progresando, y por ello el crimen organizado está de plácemes.

Como todos, espero que esta semana de actividades a favor de la adolescencia en Colima, haga recuperar el interés de las instituciones por ese sector admirable y tan valioso como son los jóvenes. A mí me da mucha tristeza, como a muchos padres de familia que han expresado últimamente en redes sociales su preocupación por lo permisivo  de las autoridades respecto a la venta de alcohol en todos lados y a todas horas, que muchachos y muchachas pululen por la ciudad a altas horas de la noche en bares y brechas  atarantados de  consumir bebidas alcohólicas.

Los gobiernos deben oponerse a ese comercio dañino, hacer por la causa juvenil y proteger a las familias que están aturdidas porque no saben qué hacer en el hogar con los hijos tirados al vicio y al desgano.

La Secretaría de Salud puede hacer mucho ahora que tiene al frente a un hombre responsable, visionario y que inspira confianza. Puede hacer una gran labor, un gran recorrido por los municipios y convocar a los ayuntamientos, sector educativo, Ongs, empresarios, a hacer frente común para que se frene  la apertura de negocios de ese ramo y se cancelen los que generen más problemas y tienen en su entorno cercano escuelas o centros recreativos.