TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

A la gente de mi generación se nos facilitó mucho la vida, la pelota, las escondidas, la trais, los encantados, el cinto escondido, el bebeleche, chinche legua arriba, declaro la guerra en contra de, etc. todos esos eran juegos de desfogue que nos permitían quemar energía y después de un descansito, cambiar la estrategia mientras llegaba la hora de que nos llamaran a comer o dormir. El televisor, quienes tenían ese privilegio, era principalmente blanco y negro, Blue Demon se veía vestido de negro y el Santo vestido de blanco, sin embargo estar  sentado en el piso del restaurante de mis amigos para ver los programas de lucha libre, las películas y los programas de Capulina, sin duda era un regalo excepcional. Tener una máscara de luchador e imitar la contienda en el ring, era toda una aventura. No había dinero para más, por lo que una toalla o un pedazo de cobija eran nuestra capa reluciente, con la que incluso podíamos volar de salto en salto.

El 21 de septiembre de este año, la Lucha Libre mexicana está cumpliendo gracias a Salvador Lutteroth González, 83 años de presencia oficial entre los aficionados. Con base a lo anterior, el senado de la república ha respaldó un dictamen para declarar esa fecha, como “El Día Nacional de la Lucha Libre y el Luchador Mexicano”. Gloria a todos aquellos grandes gladiadores que literalmente se rifaban el pellejo sin más protección que un gran corazón y su amor por el deporte. Blue Demon, El Santo, Tinieblas, Mil Mascaras, El Solitario, El Rayo de Jalisco, El Matemático, Huracán Ramírez, El Lobo Negro, y muchos atletas más, abarrotaban no solo las arenas de lucha sino las salas de cine en donde se proyectaban sus películas. Eran otros tiempos y los chiquillos de esa época soñábamos con ser luchadores, indios, vaqueros, Tarzán o algún otro superhéroe cuyas hazañas agradaran a nuestros amigos y familiares.

Wikipedia señala que los antecedentes de la lucha libre mexicana se remontan  a 1863 y da e crédito a un luchador de nombre Enrique Ugartechea. Así mismo, se considera a Don Antonio H. Martínez,  como el hacedor de máscaras y vestuario para luchadores, tarea que ha continuado su hijo Víctor Martínez. Derivado de lo anterior, se sabe que El Murciélago Velázquez, fue el primer enmascarado mexicano. Es importante señalar que más que solo luchadores, nuestros atletas del pancracio han sido considerados verdaderos héroes del México contemporáneo, ídolos de multitudes entre los que se encuentran grandes y chicos. “En aquella época no se ganaba…que le voy a decir Licenciado, quince o veinte pesos por lucha”, platicaba el Santo en una entrevista con Jacobo Zabludovsky, en 1984, once días después su sorpresiva muerte era difundida por los diferentes medios.

Sirvan estas modestas líneas como un homenaje para quienes hicieron de la lucha libre no solo una profesión, sino un puente de solida comunicación con la sociedad y más allá de ello, creadores de una nueva expresión artística.

ABUELITAS

Hablando de lucha libre, me da mucho gusto saber que con motivo de la Feria de Colima, tendremos una gran función encabezada por el heredero de una de las máximas leyendas del ring Blue Demon Junior, ta es para el uno de noviembre y participan también Tinieblas Junior, Octagón y el Hijo del  Dr.  Wagner, entre otros. De los que menciono, tuve la oportunidad de intercambiar algunas palabras con uno de ellos y me confirma su participación, así que amigos aficionados, prepárense porque sin duda es un programa de lujo. Es cuánto.