SOLILOQUIO

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Para vivir sano

Por: Yaret Ramos Vallett

El sobrepeso y la obesidad son la epidemia número uno en el mundo, tanto en niños como en adultos, de acuerdo con los datos emitidos por la Organización Mundial de la Salud, donde México se coloca por arriba del 70 por ciento, es decir de cada diez personas siete padecen sobrepeso u obesidad, lo cual nos coloca en la segunda posición a nivel mundial.

Dichas personas están más propensas a padecer enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, que a la larga provocan otros serios daños a la salud como la insuficiencia renal o las cardiopatías, entre otros.

Al país le cuesta del 25 al 27 por ciento de la participación del gasto público en salud, es decir, 120 mil millones de pesos anuales que el gobierno gasta en programas de salud dedicados a tratar estos padecimientos, datos revelados en el estudio “Carga económica de la obesidad y sus comorbilidades en pacientes adultos en México”, realizado por la UNAM y la UAM.

Datos duros que he escuchado ya hace tiempo. Pero esta vez creo que la carga no se la debiera dejar sólo al gobierno, la responsabilidad también es mía. ¿Cuáles son mis hábitos alimenticios? ¿Qué tan seguido hago ejercicio? ¿Cuánta agua natural bebo al día?

Para vivir sano es necesario tener conciencia de lo que me hace bien. Hoy quiero compartir ocho hábitos saludables para evitar el sobrepeso y la obesidad.

Uno. El hábito de beber agua natural: es el consumo adecuado de agua de acuerdo al requerimiento mínimo de cada individuo que depende de la dieta, ambiente y nivel de actividad de la persona. Según el Institute of Medicine of the National Academies la mayoría de los adultos requiere un mínimo de 2.1 litros, un promedio de 3.4 litros y un máximo de 5.0 litros de agua al día. Beber agua natural es vital para el funcionamiento integral de tu organismo ya que te ayuda a prevenir y disminuir enfermedades (obesidad, ataques al corazón, diabetes) además de mejorar tu capacidad de pensar. Tu cuerpo y mente necesitan el agua natural para mantenerse bien hidratados.

Dos. El hábito de alimentación sana: se refiere a tener una alimentación balanceada y que combine los diferentes grupos de alimentos por medio de las correctas porciones y calorías, que impactan el funcionamiento integral del individuo. Es necesario también un horario específico todos los días para tomar los alimentos.

Tres. El hábito de tener actitud positiva: es la elección de aprender a pensar en lo bueno y agradable de forma constructiva, objetiva y sana y expresarlo en las relaciones interpersonales. Esta actitud contribuye a una salud física, mental, espiritual y social.

Cuatro. El hábito de realizar actividad física: es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija un gasto de energía (OMS). Esto ofrece muchos beneficios, pues ayuda a sentirse bien, con un mejor estado de ánimo, fortalece los músculos y huesos, disminuye el estrés, mejora la memoria y concentración, entre otras cosas.

Cinco. El hábito de un descanso adecuado: es el estado momentáneo de reposo, tranquilidad o inactividad, que se realiza para reponer fuerzas físicas, mentales y espirituales. Parte de un Descanso Adecuado es tener un sueño reparador que permita la renovación del cuerpo y mente. Además del sueño el Descanso Adecuando incluye hacer pausas en las actividades diarias, las cuales ayudan a pensar de manera más precisa y clara. Por ende se logra un mejor desempeño.

Seis. El hábito del autocontrol: es ejercer el dominio propio y la fuerza de voluntad para evitar lo nocivo y hacer uso correcto de lo beneficioso. Se puede aprender a ejercer control sobre las decisiones y acciones del día a día, ya que éstas formarán los hábitos. Se puede practicar el hábito del Auto-control en los alimentos que se consumen, la administración de los recursos (tiempo y dinero), el cuidado del medio ambiente y para evitar cualquier tipo de adicciones.

Siete. El hábito de desayunar más y cenar menos: es darle al desayuno nutritivo la prioridad e importancia que merece, para lograr un mejor desarrollo y rendimiento integral del organismo y reducir la ingesta alimenticia de la cena. Si no se toma desayuno, el organismo reacciona bajando su metabolismo, esto hace subir de peso. La cena debe ser ligera para evitar el exceso de peso esto ayudará a tener un descanso reparador.

Ocho. El hábito de ser feliz: es un estado de armonía con Dios el Creador que proporciona gozo, paz, realización y que se obtiene por medio de una plena confianza y esperanza en Él, al servicio de los demás. Ser Feliz es una decisión que se puede incluir en los hábitos y depende mayormente de una actitud interior, de la relación con Dios y con las demás personas. El gozo aumenta las defensas del cuerpo. Los actos de bondad y de servicio liberan sustancias naturales en el organismo que reducen el estrés, la depresión, la ansiedad y mejoran el estado de ánimo.

Para mayor información: http://quierovivirsano.org/

@yanorava