Siete Orejas y un Rabo en la Primera de Feria

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    Fue así como el primer toro de la tarde, fue para el rejoneador Jorge Hernández, quien se enfrentó al toro Agaveño, marado con el número 70 con 460 kilos de peso, el cual vino un poco de más a menos, pues de embestir bien a los caballos, al final se quedaba a media faena, aunque eso no limitó el lucimiento del rejoneador, quien remató al roto con certera estocada para ganarse así una hora oreja y vuelta al ruedo.

    El segundo de la tarde, fue el llamado Petros, marcado con el número 15 de 494 kilos, que tocó a El Zotoluco, quien inicio su faena con una serie de verónicas rematando con una revolera, para luego utilizar la muleta y dar pases en redondo, pinchando una vez a la hora de matar y culminar así su lidia con una tercera parte de la espada, para llevarse solamente aplausos.

    El tercero del encierro, fue Richi Sotomayor, número 29 de 470 kilos, que tocó a Rafael Ortega, quien ofreció una buena faena a su toro que se prestó para el lucimiento tanto con la muleta con el capote, el cual lo brindó a la alcaldesa Brenda Gutiérrez, y así ganarse a la gente al colocar en dos ocasiones el pase del desdén con las banderillas, y finalizar así su faena con una estocada fulminante que lo hizo acreedor a una oreja y vuelta al ruedo.

    El cuarto toro fue Viejo Luis, de número 24 y de 500 kilos, que fue para Uriel Moreno El Zapata, quien dio una muestra de lo que es el arte del toreo, siendo esta una de las faenas que más saboreó la afición, por la gracia, arte y entrega ofrecida, impactando tanto con la suerte de las banderillas, al colocar dos veces la suerte del desdén, que hizo que al matar a tu toro de manera inmediata, se hiciera acreedor a las primeras dos orejas de la tarde, y los gritos de maestro.

    El quinto de la tarde fue Omega, de número 7 con 510 kilos, que fue para El Zotoluco, quien salió decidido a no quedarse atrás y se le pegó más al toro, para así prender a la afición con lo mejor de su repertorio, por lo que al colocar la espada a tres cuartos, hizo que se le diera una oreja a exigencia de la afición.

    El 6º toro, fue Don Ramón, número 13, de 480 kilos, que tocó a Rafael Ortega, quien coloca también el pase del desdén, y hace gala de su técnica y destreza tanto con el capote como con la muleta en el que fue el mejor todo de la tarde, para así, terminar su lidia con una estocada total que lo hizo acreedor a dos orejas y un rabo que se negaba a dar el juez, Alfredo Huicoechea y su asesor Ignacio Cabrera, pero que ante tanta exigencia de los aficionados, tuvo que dar, además de un arrastre lento al toro.

    Para finalizar el encierro, el toro Tequilero de número 23 y de 490 kilos, tardó eternidades en salir, más de 20 minutos, y ante ello, se realizó la ola hasta en siete ocasiones seguidas, por lo que, ese toro que era para El Zapata, salió manso, al grado tuvo poca embestida el toro, a pesar de los puyazos que le aplicaron.

    Fue así como Uriel Moreno El Zapata, decidió que no podía hacerse más y terminó matando a este toro que lo hizo pasar sin pena y sin gloria, a pesar de haber sido el que más arte ofreció en su primer toro.

    Miércoles, 17 de febrero de 2010|09:10:03|COLIMA, MÉXICO