Rueda: Representar a Colima en el Senado, una alta Responsabilidad

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    Texto íntegro del mensaje: Muy buenos días a todos.

    Agradezco, en primer término, la presencia de cada uno de ustedes, colimenses y compañeros de trabajo en el Senado de la República.

    A nuestro Gobernador del Estado, Silverio Cavazos, gracias por su confianza y su apoyo; por su conducción y guía que me permite no perder de vista los objetivos prioritarios de Colima.

    A los representantes de los poderes Legislativo y Judicial por su desempeño eficaz en la construcción de un estado cada día más justo, con mejores oprtunidades para las familias colimenses.

    A la dirigencia de mi partido, por las oportunidades de servir y por su retroalimentación constante, para que el PRI sirva a Colima no sólo proponiendo las candidaturas adecuadas, sino vigilando que quienes somos electos cumplamos, y bien, la responsabilidad asignada.

    Aprecio la presencia de amigos senadores con quienes compartimos trabajo por México y por nuestros respectivos estados. De diversas regiones del país: Chiapas y Tamaulipas, mis amigas senadoras Ma. Elena Orantes y Amira Gómez; de Aguascalientes y Yucatán, Carlos Lozano y Cleominio Zoreda; de Tabasco, Pancho Herrera y quien nos coordina y conduce, formalmente a los senadores del PRI pero, con su talento, experiencia y sensibilidad, al Senado en su conjunto, como presidente de la Junta de Coordinación Política, el senador Manlio Fabio Beltrones.

    A los presentes todos, representantes de las decenas de miles de colimenses que, en julio de 2006, me otorgaron su confianza y su voto para representar a nuestra entidad en el Senado, Gracias.

    Colima es un gran Estado. Cuenta con abundantes recursos naturales, tiene un gran pasado. Es un Estado con tradiciones y valores. Goza de las instituciones que ha formado y consolidado a través del tiempo. Y sobre todo, entre su patrimonio se distingue su gente.

    Representarla como Senador de la República, después de haberlo hecho como Diputado Federal, y haber servido antes como Presidente Municipal de Manzanillo, ha sido uno de las oportunidades y de los retos más maravillosos que me ha tocado vivir.

    Pero al arranque de esta legislatura, en el verano de 2006, se vivieron tiempos complejos y difíciles. Tras una muy disputada elección presidencial, el encono se apoderaba de la vida pública. La parálisis que se buscaba, amenazaba con graves daños y retraso institucional.

    Afortunadamente no resultó así gracias, en muy alta medida, a la fortaleza de instituciones nacionales, entre las que destaca el Senado de la República. El Senado ha sido fuente de estabilidad a la vez que origen de las más importantes reformas que le otorgaron viabilidad y futuro al Estado Mexicano.

    En tal sentido es menester reconocer los fructíferos esfuerzos reformadores de quien fue Presidente del Senado, durante ese primer y difícil año y ahora conduce la Junta de Coordinación Política, el senador priísta Manlio Fabio Beltrones.

    Es gracias al éxito de su iniciativa reformadora, que hoy en día podemos explicarnos no sólo ese ambiente de mayor distensión política a nivel nacional, sino también avances constitucionales y legislativos tales como la reforma electoral y un marco más adecuado de rendición de cuentas por parte del Ejecutivo Federal.

    Hemos logrado, así, un mejor arreglo constitucional entre el Congreso y el Presidente, en el que el primero tiene una renovada centralidad en la vida republicana que -claramente- sabe distinguir esto de la obstaculización a ultranza del Presidente de la República, a quien no sólo se le reconoce, sino se le apoya en tareas tan esenciales al Estado Mexicano como el combate frontal al crimen organizado.

    Como ustedes saben, en el Senado de la República sus integrantes no sólo representamos a la Nación, sino también a sus entidades.

    Cuidar entonces los intereses de Colima como Senador de la República, ha constituido no sólo un alto honor, sino también una gran responsabilidad. Colima, nuestro Estado, nuestra casa, el hogar de nuestros padres e hijos, tiene mucho que cuidar, y tiene mucho por avanzar a fin de continuar con su desarrollo, con su presente y su futuro.

    Con esa visión he trabajado en el Senado, y de lo cual ahora debo informar a los colimenses.

    Cuidar de nuestro territorio y su integridad es una tarea de primerísima importancia. Es así como he participado en las diversas reuniones de la Comisión de Límites de las Entidades Federativas, instancia del Senado que propondrá la resolución definitiva al diferendo que tiene el vecino Estado de Jalisco relativo a nuestro territorio legítimo.

    Al efecto, presenté una iniciativa para determinar la forma en que debe proceder el Senado para dirimir controversias entre entidades federativas por asuntos limítrofes. De igual forma, presenté un Punto de Acuerdo a fin de agilizar los trabajos de la respectiva Comisión y convocar al respeto de la integridad territorial colimense.

    Esperamos, de la Comisión mencionada, un dictamen que pueda generar los consensos y se apruebe antes de que concluya el actual periodo, en unas tres semanas.

    El fin ha sido y es hacer respetar el territorio de nuestro Estado. El objetivo ha sido, y es, estar a la altura de los esfuerzos que en este tema tan sentido encabeza, con gran decisión, nuestro Gobernador Silverio Cavazos.

    Colima, nuestro Estado, es uno de los mejores comunicados. Sin embargo, el desarrollo de nuestras vías de comunicación es una labor aún inconclusa. En ella trabajamos para lograr obras, incluso fuera de nuestro estado, pero útiles al transporte de carga del puerto al resto del país y útiles para los colimenses que viajamos por carretera.

    La autopista que une a Colima con Guadalajara es una vía de altísima importancia para nuestro desarrollo. Por ello su terminación ha sido compromiso explícito del Secretario de Comunicaciones y Transportes, una vez más, de que habrá de resolverse en el próximo año 2009.

    De igual forma se ha continuado la gestión, a través de mi participación en la Comisión de Comunicaciones y Transportes -e incluso con anterioridad cuando me desempeñaba como diputado federal-, para lograr la construcción de vías y caminos que amplían y mejoran la comunicación de nuestras ciudades y comunidades.

    La experiencia como diputado federal me permitió confirmar que, siendo muy importantes la formulación, modificación y aprobación de más presupuesto para las obras que Colima requiere, se necesita comprender a la administración federal y, jugando con sus reglas, ir por más beneficios para nuestro estado. Si no estamos pendientes, las obras no se ejecutan. Por ello he sumado mi experiencia y mi trabajo al del Equipo Colima, que encabeza y coordina el gobernador Silverio Cavazos.

    La industria petrolera constituye, sin duda, un cimiento central en el desarrollo nacional, con importantes consecuencias para nuestro Estado. Sin embargo, y a pesar de su importancia, esta industria enfrentaba una apremiante situación que ponía en riesgo su desarrollo futuro.

    Por ello, la Comisión de Energía del Senado, de la cual formo parte, se abocó de manera intensiva al estudio de las más de diez iniciativas presentadas en relación a la reforma de la industria petrolera, de entre las que destacan las presentadas por el Presidente Felipe Calderón y por el propio Grupo Parlamentario del PRI.

    Tal y como los medios de comunicación dieron cuenta, se desarrollaron 21 foros de debate sobre la materia con la participación de más de 160 especialistas del sector público y privado.

    Estas tareas concluyeron con la aprobación de siete dictámenes que se convirtieron en sendas reformas legales que sin duda le dan viabilidad y futuro a nuestra industria petrolera. Todo esto, tal y como fue nuestra convicción y mandato, preservando en todo momento la propiedad nacional, y la seguridad de que esta industria es de y para los mexicanos.

    Una consecuencia de ello ha sido la determinación pública de construir una refinería, de las varias que se requiere adicionar a las seis existentes. Ante la probable necesidad de ubicarla en el litoral del Pacífico, la posibilidad de que ésta pueda construirse en Colima aparece con claridad, dada nuestra ubicación estratégica.

    Vislumbrada de años atrás tal posibilidad, sin duda representaría una inversión cuantiosa, pero también algunos riesgos para el equilibrio social y la preservación del medio ambiente colimenses. Por ello he señalado, y reitero, que tal proyecto es un tema en el que atenderemos las opiniones técnicas más calificadas, pero también el interés de los colimenses.

    Vale la pena destacar que, en el contenido de los siete dictámenes que compilan la reforma energética, se incluyen las previsiones legales necesarias para que los productores de fertilizantes, que utilizan como insumo productos de la industria petrolera como el amoniaco, puedan recibirlos a un precio competitivo para llevar fertilizantes suficientes y baratos a los productores del campo. A la mitad de su precio actual, o aún más baratos, deberán llegar a los agricultores.

    Por eso urge que las reformas legales no sean ya detenidas. Esta semana cumple un mes la aprobación de la reforma energética y el Ejecutivo aún no la publica para que sea obligatoria. Fue un esfuerzo de meses y un logro de la política: todos los partidos de acuerdo. Pero los fertilizantes siguen caros y no se digan las gasolinas y el diesel. Esperamos que el Presidente de la República la promulgue pronto y, especialmente, que la ponga en práctica.

    Colima ha sido siempre generoso en su aportación a la economía nacional. De ello dan muestra el vigoroso puerto de Manzanillo, la operación de la termoeléctrica ubicada en el mismo municipio, así como nuestra actividad minera.

    El desarrollo productivo de nuestra entidad, sin embargo, debe estar siempre subordinado al bienestar y seguridad de los colimenses. Esta es, sin duda, una premisa que comparto con y reconozco en, el Gobernador Cavazos.

    Con esta convicción presenté, el pasado mes de abril ante el Pleno del Senado, un Punto de Acuerdo por el que se solicita a Petróleos Mexicanos proceda de inmediato a la elaboración de un proyecto de reubicación de la terminal marítima de almacenamiento y distribución de combustibles ubicada en centro histórico del puerto de Manzanillo.

    Es preciso destacar que tal propuesta fue aprobada de manera unánime por el Senado, así como que la misma recibió el apoyo generoso de mis colegas, los demás senadores colimenses.

    Buscamos así que el puerto siga creciendo y generando empleos, pero preservando, y aún mejorando, la calidad de la convivencia con la vida de la ciudad y quienes la habitamos.

    En tal sentido se ha orientado también mi participación en la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico: más acuerdos y tratados con países amigos, más intercambio y comercio exterior significan más actividad en el puerto, más empleos y mejor pagados para la fuerza laboral de Colima, para responder al crecimiento y la preparación de los jóvenes colimenses.

    A nuestro estado le distinguen, a nivel nacional, su seguridad y su nivel de desarrollo social. Sin embargo, y por razones obvias, resentimos las consecuencias que la problemática nacional presenta en ambas materias. Por ello es que ambos temas han ocupado buena parte de mis esfuerzos en el Senado.

    Colima no padece la violencia criminal de otras regiones de México, gracias a Dios, y a los gobiernos priístas que han sido eficaces en protegernos.

    Sin embargo, sí hemos percibido intentos frecuentes de extorsiones telefónicas.

    Por ello es valiosa la minuta, que ya enviamos a la Cámara de los Diputados, en la que se contiene la aprobación de una propuesta del PRI para evitar el anonimato en la contratación de celulares.

    En el Senado hicimos nuestra parte para lograr bajar a cero estas extorsiones telefónicas.

    Vamos a complementar estas medidas en las siguientes semanas, pues desde junio entró en vigor la reforma a la constitución en materia de seguridad pública y justicia penal, que impulsamos hace un año.

    Continuaremos con el trabajo legislativo, pero no hay duda que una sociedad sana y un gobierno eficaz son la mejor medicina para la inseguridad. Aquí en Colima tenemos el ejemplo, con el esfuerzo de todos y el buen resultado de nuestro gobierno estatal.

    Asimismo, como Secretario de la Comisión de Desarrollo Social, estoy empeñado, al lado de mis colegas de partido, y atento a las instrucciones de mi coordinador el senador Beltrones, en una ambiciosa reforma en la materia que fomente que el gasto social sea no solo incrementado, sino también ejercido de una manera más integral y eficaz, más coordinada y sin condicionamientos de ninguna clase.

    Tal reforma se encuentra próxima a su conclusión; esperamos lograr el apoyo de las otras bancadas, pues en ella encontraría anclaje un nuevo impulso al mejoramiento de la educación, la salud, el empleo y la superación de la pobreza. México requiere una política social de Estado, más que programas sociales utilizados por los delegados para regalar cosas e impulsar objetivos electorales.

    México nos exige un compromiso que asumamos como sociedad, todos los políticos, los empresarios, las instituciones públicas y las organizaciones ciudadanas, todos, para lograr un país menos desigual, más justo, en el que todos tengan acceso al bienestar. Ese es el país por el que trabajamos en el Senado.

    Señoras y Señores:

    Proteger y fortalecer el desarrollo de Colima requiere pasión, experiencia e inteligencia. Es preciso entender que de manera similar a la expansión de la globalidad, la creciente interdependencia en un régimen federal como el nuestro es una necesidad.

    Es preciso, necesario, que Colima siga teniendo, como hasta ahora, una relación provechosamente constructiva con la Federación. Nuestro Estado debe continuar y aún profundizar esta relación mutuamente provechosa, e incluso de legítimo privilegio con la Federación.

    Haberlo logrado es una de las mayores muestras de talento político de nuestro Gobernador Silverio Cavazos y -como él prefiere referirlo- producto del esfuerzo de todos los colimenses.

    Sin embargo, es de igual forma necesario ver que el dinamismo y complejidad que hoy muestra el federalismo también tiene una naturaleza interdependiente. Colima le ha aportado y le aporta mucho a nuestro régimen federal.

    Tenemos, por ello, derecho a ser respetados y atendidos por la Federación. Le reconocemos a nuestro Gobernador Silverio Cavazos el mérito de comprender los balances y equilibrios del federalismo actual. Externar nuestra voz, la voz de Colima clara y firme, no ha reñido con una clara vocación de fortalecimiento al Estado de Derecho y al régimen federal previsto en la Constitución.

    En Colima tenemos líder; lo elegimos en 2005, lo apoyamos, lo respetamos y lo reconocemos.

    Colima tiene un patrimonio presente que proteger y un desarrollo futuro que fortalecer. Por ello reconocemos sin mezquindades a quienes, desde el poder público, contribuyen a acrecentar ese patrimonio y a cimentar las bases del crecimiento futuro.

    Es por eso preciso cuidar de quienes construyen y han construido, desde posiciones de liderazgo, nuestra casa que es Colima. Saber hoy y mañana que tienen y tendrán nuestro más entrañable aprecio.

    Por ello expreso mi público reconocimiento al Gobernador Silverio Cavazos por su respaldo a la tarea senatorial, por el indeclinable trato respetuoso que siempre me ha dispensado, por su disposición al diálogo y al intercambio constructivos, por su guía y su consejo. Por todo tu apoyo, gracias Gobernador.

    No puedo concluir sin compartir con ustedes que más de cinco años de ir y venir a la ciudad de México prácticamente todas las semanas, han podido ser soportados, y han rendido frutos para Colima, gracias a la estabilidad en casa, al apoyo de mi familia y al trabajo de mi esposa Claudia, quien no sólo atiende la oficina en Manzanillo sino organiza, coordina, prepara y lleva cada sábado a diferente colonia o comunidad las brigadas voluntarias de atención a la salud y de servicios diversos a la población.

    Antes de casarnos quería cambiar mi decisión de ser político. Ahora que sabe lo que es el servicio público, que se llena de energía al servir a la gente, ya no la paro. Porque no es la esposa del senador, que pudiera sentirse obligada a participar. Es la ciudadana consciente del deber de solidaridad para con sus semejantes. Es la colimense trabajando por un mejor Colima. Y eso me reta a seguir adelante y servir aún más y mejor. Gracias por ello.

    En el mundo, en México y en nuestro estado, estamos enfrentando tiempos difíciles en la economía que se avecinan a un paso preocupante.

    Lo que inició como una crisis financiera en el exterior, ha ido generando consecuencias que requieren un manejo atinado, responsable y firme, para pasar estas tempestades con los menos perjuicios económicos y sociales a nuestra comunidad colimense y resurgir nuevamente con un horizonte de desarrollo y prosperidad.

    Requerimos un conocimiento profundo de nuestro entorno globalizado, amenaza y oportunidad a la vez, experiencia nacional e internacional para conducir, de la mejor forma posible, una travesía segura por entre las turbulencias y llegar con decisión a un futuro más cierto y prometedor.

    Vamos a redoblar nuestros esfuerzos y dirigirlos hacia el rumbo de un Colima mejor.

    Sin titubeos. Reafirmo mi compromiso, mi agradecimiento y mi vocación.

    Con entusiasmo. Con trabajo intenso, constructivo y plural, seguiremos empeñados en proteger a las familias colimenses y en fortalecer el futuro de nuestros niños y jóvenes.

    Con las convicciones e inteligencia de los colimenses, ¡con decisión, es posible!

    Gracias Gobernador. Gracias, mi coordinador Manlio. Gracias, a todos ustedes.

    ¡Buenos días!