“Residencia y pertenencia: el caso de Viri Valencia”

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PARACAÍDAS

Por: Rogelio Guedea

 

Vivimos en un mundo globalizado, ya no hay marcha atrás, y la pandemia nos enseñó que podemos trabajar desde casa (desde cualquier casa) y desde un lugar remoto a nuestro trabajo, sin dejar de pertenecer a él. Si el mundo ha cambiado y la realidad se ha transformado, la ley (como muchas otras cosas) debería estar acorde a esos cambios. No se puede a la inversa. Yo residí muchos años fuera del país y, por ese simple hecho, podría haber sido descalificado de participar en un cargo de elección popular, porque así tuviera un domicilio en la capital colimense, en estricto sentido no estaba residiendo ahí, aunque mi pertenencia a mi estado fuera entrañable y brutal, como lo ha sido siempre. Muy pocos aman a su tierra como yo la amo, y de verdad lo digo. Prácticamente todas mis novelas hablan y están situadas en Colima, todas reflexionan sobre sus problemáticas, ¿no me valdría más esa pertenencia para poder competir por un cargo de elección popular en cualquiera de los municipios y distritos que la propia y limitada residencia? Es una pregunta. El caso de Viri Valencia (a la que se le ha negado el registro para competir por la alcaldía de la capital colimense y que ahora está en revisión), un caso que seguramenre empezará a  causar estragos en lo futuro por este cambio de mundo que estamos experimentando, me ha hecho reflexionar sobre lo que es una residencia y una pertenencia, y que la ley debería ser más inteligente como para darse cuenta de que si bien la residencia es importante (hay quienes residen en un lugar pero no tienen pertenencia ninguna) la pertenencia siempre será superior en todos los sentidos. Es cierto que, para el caso de Viri Valencia y otros muchos más similares, la residencia podría significar un problema, pero estamos hablando de municipios, ni siquiera de estados, mucho menos de países, sino de municipios (Tecomán-Colima), por eso creo que es un tanto ridículo que se le impida competir si el propio trabajo de esta aspirante a la alcaldía (como representante de todos los programas del bienestar) ha sido prácticamente en toda la entidad, teniendo su base en el último periodo en Colima, pero bien podría haber sido en Manzanillo o Minatitlán o Quesería, qué más da, si la propia naturaleza de su trabajo así se lo imponía. Yo vivo en Colima, pero me escriben muchos lectores de Manzanillo, de manera que tengo una pertenencia en Manzanillo (aunque resida aquí en la capital) y eventualmente si me dieran a elegir dónde competir electoralmente, yo preferiría hacerlo en Manzanillo, sin embargo todo mundo me impugnaría por no cumplir con el requisito de la residencia, aunque sí de la intrínseca pertenencia. El criterio, por tanto, y dados estos cambios de movilidad social que he mencionado (propios de un mundo globalizado) debería de ser, por lo menos, que cualquier ciudadano que resida en la entidad por determinado tiempo (eso sí) puede participar en cualquier cargo de elección popular en el municipio que más le plazca. Yo veo a Viri Valencia con pertenencia a su entidad, con real arraigo, creció en Tecomán y ha vivido (así sea intermitentemente) por largos periodos en Colima también, como estudiante, como cantante, etcétera. Nadie puede negar que tiene gran pertenencia a esta tierra y residencia en la misma. Que sea su caso un precedente para cambiar el paradigma electoral y empezar a modernizar su propia legislación, con criterios legales, no con caprichos políticos. Esto también oxigenará nuestra democracia.

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.