PROPONEN RECONOCER AL ALMIRANTE JAIME MEJÍA

    0

     

    Al respecto, el diputado priista Martín Flores Castañeda, aseveró que hará la propuesta respectiva ante la Comisión de gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios para que se someta a discusión y análisis.

    El exdirigente priista agregó que dicha presea se otorga como gratitud y en reconocimiento a las personas o instituciones que “con sus actos han afirmado los postulados inmanentes de la razón y la justicia, además de lo consagrado en un régimen de derecho cuando ha sido fiel intérprete de las reivindicaciones sociales y cuando leal a los universales principios de paz y justicia, es reconocido para orgullo propio como portaestandarte de tan elevadas normas en la convivencia internacional”

    El Diputado local explicó que la Condecoración “Rey de Coliman” fue instituida por el H. Congreso del Estado de Colima, según consta en el Periódico Oficial “El Estado de Colima”, mediante Decreto No. 62 del 23 de diciembre, publicado el 27 del mismo mes de 1952, hace 60 años, siendo Gobernador Constitucional del Estado J. Jesús González Lugo.

    Y dicha presea se otorga a hijos predilectos de la Entidad y a Visitantes ilustres que a juicio del H. Congreso del Estado merezcan tal distinción, también a aquellos ciudadanos que por su talento y patriotismo se han hecho acreedores al reconocimiento popular.

    Explicó que esta medalla se ha entregado una sola vez, en 1976, mediante Decreto No. 160 publicado el 18 de septiembre y fue a favor del Presidente de la República Luis Echeverría Álvarez.

    Entre los méritos obtenidos por el Almirante Jaime Mejía, el diputado mencionó que es por sus acciones de apoyo y rescate de damnificados del huracán “Jova”, que gracias a ello se han recibido diversos reconocimientos a nivel federal, estatal y municipal, como marino de año otorgado por el H. Ayuntamiento de Manzanillo y ganador del Premio Nacional de Protección Civil 2012, otorgado por la Presidencia de la República.

    En cuanto a Seguridad Pública, se encuentran la desarticulación de narcolaboratorios, importantes decomisos de narcóticos (más de dos toneladas de cocaína), más de 13 millones de dólares, y decomisos históricos de precursores (cerca de 900 toneladas), erradicación de plantíos de marihuana y amapola.

    Además de decomiso de armas, aseguramiento de delincuentes, entre los que destacan el asesino del jefe operativo de la policía municipal de Manzanillo y el asesino del doctor Saúl Adame.