Presentan la historia y memoria de los huracanes en México, desde el año 5 pedernal

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*El libro, en el que participa como uno de los coordinadores el investigador de la UdeC Raymundo Padilla, fue editado por las universidades Veracruzana y de Colima y por el CIESAS.

Redacción|CN COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-  Esta semana, en la modalidad virtual, se presentó el libro “Historia y Memoria de los huracanes y otros episodios hidrometeorológicos extremos en México, cinco siglos: del año 5 pedernal a Janet”, el cual narra estudios de caso sobre estos fenómenos naturales y ofrece el catálogo de huracanes y otros fenómenos hidrometeorológicos para México. En este libro, que les llevó escribir más de diez años, participa como coordinador, junto con Virginia García Acosta, el investigador de la Universidad de Colima Raymundo Padilla Lozoya.

Tanto el catálogo como el libro, editado por la Universidad Veracruzana, la UdeC y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), se ueden descargar en http://ww.ucol.mx/publicacionesenlinea/?docto=518.

El rector de la Universidad de Colima, Dr. Christian Torres Ortiz Zermeño, uno de los presentadores, celebró la colaboración interinstitucional entre eas tres instituciones, “pero sobre todo las repercusiones e impactos importantes más allá del mundo académico, en los tomadores de decisiones en el área de Protección Civil. Nos queda claro que se necesita de la suma de voluntades y esfuerzos entre las instituciones para hacer obras importantes”.

Agregó que tanto el libro como el catálogo, además de su utilidad social, tienen vinculación con instancias gubernamentales de protección civil, con los Objetivos del Desarrollo Sostenible determinados por la ONU y también con los problemas nacionales que ha determinado el Conacyt.

Por su parte, el director del CIESAS-CDMX, Carlos Macías, consideró que la obra “ilustra el género de relaciones políticas que requerimos y que de alguna manera se ha ido tejiendo; es una obra que desde hoy consideramos fundamental para poder conocer nuestro pasado y sobre todo para la prevención”.

Este libro, finalizó, “lo que nos presenta es la recopilación de la presencia histórica de huracanes y otros fenómenos de carácter hidrometeorológico en México, prácticamente a lo largo de cinco siglos”.

Juan Ortiz Escamilla, en representación del rector de rector de la Universidad Veracruzana, Martín Aguilar Sánchez, destacó que en esa institución el libro ya lo consultan varios investigadores, porque no se tenían datos sobre los temas que aborda anteriores a 1950; “el mejor reconocimiento que se le puede hacer es que los están leyendo”. Recomendó la obra también para las y los no académicos.

Por su parte Luis Eduardo Pérez Ortiz Cansino y Christian Domínguez, esta última investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reconocieron que el libro y el catálogo “son dos buenas herramientas para cambiar la forma en que se gestiona el riesgo, pues no sólo aportan información científica, sino que dan un contexto de cómo las personas hicieron frente a estas situaciones”.

“La recopilación de 500 años de historias de fenómenos naturales que se narran en este libro demuestra que estos fenómenos siempre han existido, pero que sus afectaciones han sido a causa del hombre y tienen características en común”, dijo, Pérez Ortiz Cansino.

La información que ofrece el libro, agregó, lleva a pensar en varias situaciones: “nos demuestra que los más vulnerables en estas situaciones son los pueblos originarios y en casos más recientes las comunidades más pobres, las mujeres y migrantes; que para mirar el futuro tenemos que ver el pasado y, sobre todo, dirige un mensaje a los gestores de riesgos, de que cualquier programa de Protección Civil tendrá que pasar obligadamente a partir de que se liberaron estos más de dos mil registros que existen en la base de datos. Tendrá que cambiar la forma en la que gestionamos el riesgo y los programas internos de Protección Civil”.

Por su parte, Christian Domínguez coincidió en que la información recopilada, tanto en el libro como en el catálogo, “es importante para los tomadores de decisiones, para que no se repitan los mismos errores que ocurrieron en el pasado. El catálogo proporciona información que puede ser usada para la planeación y acciones de prevención para la gestión de riesgos”.

De esta forma, resaltó, “podemos evitar historias de caso de huracanes que fueron muy catastróficos, como el de 1552 en Veracruz, el huracán del Día del Grito en 1918, en Baja California Sur, y el Janet de 1955 en Quintana Roo”, que se narran en el libro. Pero además, dijo la investigadora, “nos lleva a conocer un poco de historia y cómo se identificaban en cada región a los nortes, los vientos del norte o cordonazos, por ejemplo”.

Virginia García Acosta, Investigadora del CIESAS y una de las coordinadora del libro, explicó que éste nace a partir del interés por recuperar todos aquellos huracanes que se encuentran registradas en la historia: cuándo pasaron y qué pasó en ese momento, “pero especialmente la memoria histórica, qué fue lo que hizo la gente ante la presencia de un huracán, y cómo el contexto va determinando la forma de responder antes y después”.

Por su parte Raymundo Padilla, el otro coordinador del libro y catedrático de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, dijo que esta obra corrobora algo que ha puesto sobre la mesa por mucho tiempo: “los desastres no son naturales, son producto de la construcción de riesgo”.

El libro, comentó “nos muestra que siempre han existido los huracanes, pero que antes había menos desastres y que el incremento de población en asentamientos en zonas inadecuadas o en zonas muy expuestas a impactos o efectos de los huracanes, sumado a las construcciones inadecuadas, poco resistentes, ubicadas en zonas inundables o susceptibles a inundaciones, es lo que ha propiciado condiciones de riesgos, que mal manejada han detonado los desastres”.

Por último, dijo que si bien de los más de dos mil registros que contiene el catálogo no todos son desastres, sí se tiene evidencia de los muertos, de daños en viviendas o pérdidas de distinto tipo y que, a pesar de ello y de las diferencias de contexto político, “a la sociedad mexicana le ha costado muchísimo trabajo construir el riesgo y la frecuencia de los desastres. Espero nunca nos adaptemos a los desastres, porque no debería ser así, debemos adaptarnos al bien vivir, al buen vivir y a las condiciones sustentables del país”.