Punto (.) Rojo
Por: J. Baldomero Díaz Gaytán
Hace dos semanas, el priísta con mayor responsabilidad en el estado, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez tomó una decisión clave para los próximos meses: Sí operará el proceso interno de su partido y sí ejercerá la facultad metaconstitucional de impulsar, desde el peso de su figura política, una alianza para enfrentar al Movimiento de Regeneración Nacional en la elección del primer domingo del mes de julio del año 2021.
Peralta, al igual que todos los gobernadores del PRI, han recibido el visto bueno de Alejandro Moreno, el líder nacional del tricolor, “para ir perfilando a los mejores cuadros”. En lenguaje simple, para el CEN del PRI, los mandatarios serán los únicos responsables de los resultados electorales que se obtengan en sus estados. José Ignacio es, en consecuencia, el responsable de su propia sucesión.
Y en este sentido, el gobernador en su rol de líder natural del PRI está diseñando la partida matemática del 2021. Y parte de una realidad palpable: Para que su partido y la alianza que él formará ganen la elección del 2021 necesitan 150 mil votos constantes y sonantes. Con esos números, ni Morena, ni el PAN cumplirían con el sueño histórico de sacar al PRI de la sala oval de Palacio de Gobierno.
Y en el pizarrón de Peralta Sánchez se empiezan a llenar los casilleros:
1.- PRI, los 70 mil votos: En la elección del primero de julio del 2018, en la contienda para elegir senador de la República, el Revolucionario Institucional obtuvo, en números cerrados, un poco más de setenta mil votos. En consecuencia, la aritmética electoral nos dice que el tricolor aportaría menos del 50 por ciento de los votos que la alianza necesitaría para retener la gubernatura en los comicios del 2021.
2.- Verde, los 20 mil Votos: En la misma contienda del 2018, a nivel estado, en la elección para Senadores de la República, el Partido Verde obtuvo poco más de veinte mil votos. Con matemática simple concluimos que el PVEM estaría en condiciones de aportar el 13 por ciento de los votos que una potencial coalición necesita para ganar la gubernatura.
Con los votos acreditados del PRI y del Verde obtenidos en la elección del 2018, el proyecto de Peralta tendría 90 mil votos disponibles, lo que significaría que ya tiene, en este momento, el 60 por ciento de los votos que se necesitan para ganar el 2021. ¿De dónde se pueden sacar los 60 mil votos restantes, el 40 por ciento del porcentaje que hace falta?
A.- El Pacto con Pinto: En la elección del 2018, el Partido Nueva Alianza jugó sólo, sin aliados y obtuvo, según los números del Instituto Electoral del Estado, un promedio de 15 mil votos, mismos que fueron suficientes para tener una diputada de representación proporcional en la actual Legislatura.
Ahí está, en esa alianza, uno de los cuatro votos que le faltan al PRI – Verde para ganar la gubernatura. Y el exdiputado Javier Pinto Torres, ha mostrado disposición para jugar con ese tándem político. ¿Cuál sería el costo de ese pacto político? Simple, la llegada de Pinto a la titularidad de la Secretaría de Educación para desde ahí, mover y alinear la estructura magisterial a favor de un proyecto político. Con el control en la SEP y en el SNTE, Pinto podría devolverle a los maestros su esencia de ser una maquinaria electoral.
Y surge otro dato adicional: El líder nacional del SNTE, Alfonso Cepeda, le ha puesto al colimense Pinto Torres el traje de uno de sus principales operadores políticos. Por ello, una hipotética llegada de Pinto a Educación le daría al Gobierno de Colima una llave importante para abrir la llegada de recursos federales a la dependencia. Y es que, nadie tiene dudas de que el SNTE de Cepeda está alineado con la Cuarta Transformación y en respuesta, el gobierno de López Obrador ha respetado y ha fortalecido la línea de poder del SNTE. En consecuencia, Nueva Alianza aportaría votos al proyecto sucesorio de Peralta, pero también, traería recursos a la Secretaría de Educación del gobierno de Nacho.
2.- El Proyecto Arellano: En la contienda del 2018, contra todos los pronósticos y aún en contra de la ola de López Obrador, Carlos Arellano Contreras como candidato independiente obtuvo más de 12 mil votos en el municipio de Manzanillo. Muchos en este momento, consideran que el movimiento de Arellano podría tener más de quince mil seguidores en los diez municipios del estado de Colima.
Ahí está otro porcentaje que, se percibe, tiene disposición de jugar con el proyecto del gobernador Peralta en las elecciones del 2021. Y así poco a poco, conforme se van llenando los casilleros del tablero político y matemático, en Casa de Gobierno se empieza a respirar un ambiente de optimismo. Muchos dicen que en los corrillos del poder empieza a tener vigencia aquella frase que puso de moda Roberto Madrazo a finales de 1999, aquélla que decía, textual, ¿Quién dice que no se puede?
José Ignacio Peralta Sánchez parece que ya empezó a operar su propia sucesión. Pero bueno, como siempre tenemos que insistir en la tesis de que eso, sólo parece.
MIS POSTDATAS DE ESTE DIA
P. D. 1.- Hoy por la noche en la Plaza Juárez, la alcaldesa Griselda Martínez le estará dando lectura a su primer informe de gobierno. Escenario ideal para medir la popularidad de la señora presidenta. Y condiciones ideales para medir el poder de convocatoria de sus opositores políticos. Será una noche interesante en Manzanillo.
P. D. 2.- Ayer en la ciudad de México un diálogo que tiene que ver y mucho con lo que pueda suceder en Colima. La senadora Gabriela Benavides y el regidor Virgilio Mendoza se reunieron con el ex gobernador de Chiapas Manuel Velasco. Un dato para que cada quién saque sus propias conclusiones.
P. D. 3.- Dicen que en el PRI son tres mujeres las que serán encuestadas para ver si tienen condiciones de buscar la candidatura a la gubernatura: La diputada federal Ximena Puente, la directora del DIF Estatal, Margarita Moreno y la exsenadora Mely Romero Célis. Suena lógico, Ximena es cobijada por el CEN, Margarita por el gobernador Peralta y Romero por el ex mandatario Mario Anguiano.
Y ni una línea más.