IDENTIDAD PARTIDARIA
Por: Florencio Llamas Acosta*
Mientras que en otras entidades del país los partidos políticos andan en plenas campañas, en Colima los institutos políticos locales implementan sus procesos de renovación interna con la intención de ser más competitivos en las próximas elecciones del 2018.
El PRI que sufrió un fuerte descalabro electoral que lo ubicó como la segunda fuerza política al perder la mayoría del congreso y ayuntamientos, requiere fortalecer su presencia en el electorado colimense, para este propósito hace un par de meses ratificó su dirigencia estatal encabezada por Rogelio Rueda y Lizet Rodríguez, quienes con su comité se alistan para renovar y fortalecer las dirigencias municipales. Por su parte el PAN, que en la pasada contienda electoral se convirtió en la primera fuerza política está por iniciar el relevo de su dirigencia con el reto de conservar el respaldo ciudadano para seguir manteniendo el poder alcanzado.
Sin lugar a dudas, el PRI al renovarse debe tener como fin el incrementar la identidad partidaria del ciudadano colimense con el partido, pues esta se ha debilitado como quedo demostrado en la elección pasada con el voto antipri, el debilitamiento del voto duro y el incremento del voto personalizado y diferenciado, comportamiento electoral que dificulto los triunfos y los que alcanzaron la mayoría de votos lo hicieron respaldados en su trayectoria tal como sucedió con el gobernador Nacho Peralta, quien el voto de los Nachistas marco la diferencia a su favor, porque con el voto priísta era insuficiente para ganar.
Por lo tanto, hoy en día, son cada vez menos los que mantiene una identidad partidaria con el PRI, sobre todo en los sectores juveniles, personas de clase media y alta y ciudadanos con nivel escolar más alto. La gran mayoría se autodefinen como apolíticos o apartidistas, lo que significa que no tienen un vinculo sentimental con ningún partido y al momento de sufragar lo hacen más atraídos por la personalidad del candidato, sus propuestas o conveniencias personales.
En este sentido la identidad o identificación política se define como el sentimiento que tiene una persona de pertenecer a un grupo, cuando esta identificación influye en su comportamiento político. La identificación es, entonces, un proceso por medio del cual una persona percibe que comparte características comunes con otra y, por lo tanto, adopta sus ideas, valores o conductas; puede ser consciente o inconsciente.
La identificación partidaria se puede describir como un comportamiento político de los ciudadanos que se caracteriza por proporcionarles una serie de referentes que les facilita la formación de una determinada opinión, la cual se relaciona en cierta medida con la que adopta el partido político con el que existe una identidad.
Por lo tanto, reestructurar el partido sin diseñar e implementar estrategias que acerquen al partido con la población, es ignorar que al momento de votar el elector ejerce su derecho y se decide en gran medida por ese vínculo afectivo que el partido logro construir con el ciudadano, por ello renovar la estructura y no renovar las prácticas políticas es seguir en el mismo camino que lleva a la derrota. ¿O usted como lo piensa?
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*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.
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