Messi volvió a fracasar

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Por: Gerardo Velázquez de León

Leo Messi volvió a fracasar en una Copa Mundial de futbol y pese a lo trascendente que sería para cualquier otro futbolista ser subcampeón, aquí la situación es totalmente al revés. La grandeza en el futbol se mide por lo que suceda en el Mundial de futbol, tal vez injusto por los momentos tan agradables y espectaculares con los que está nutrida la excelsa carrera del jugador del Barcelona, pero sin la Copa FIFA en su palmarés no será nunca más considerado como el mejor jugador de la historia del futbol, lugar que le sigue perteneciendo de manera compartida a Pelé y Diego Maradona.

Terrible es ver a Messi desorbitado como se le vio en los campos brasileños, sin el liderazgo que debe ejercer y sin el talento constante que muestra en la Liga española. Parecía perdido, desorientado, desconcentrado, aburrido, molesto, harto. Messi no es el mismo cuando se viste con la albiceleste, tal vez su mente siempre está en Cataluña, la tierra que lo hizo como futbolista y a la que se debe como profesional. Leo se va de Brasil con la intranquilidad de no poder incluir en su palmarés la Copa Mundial y con el objetivo de intentarlo a los 31 años, cuando se presente en Rusia dentro de cuatro años, pero la realidad es que era ahora el momento de consagrarse, de pasar a la inmortalidad como el mejor y más completo futbolista de la historia de este apasionante deporte.

Alemania es un Campeón perfecto porque supo Joachim Löw respetar al futbol, llevarlo a su lógica de buscar constantemente la portería rival y si podía anotar uno, dos o siete goles lo harían sin tentarse el corazón. Un sexenio muy intenso que han vivido los teutones bajo el régimen de este estupendo entrenador que supo llevar a la gente indicada para quitarle lo maquinizado y automatizado equipo. Sumar talento con futbolistas diseñados así es la clave del éxito alemán, que merecidamente y sin cuestionamientos llevarán su cuarta Copa Mundial a las vitrinas de su federación de futbol. Muchos de los que estuvieron en el campo deMaracaná son producto de la fabrica de futbol del Dortmund que tan bien diseñó Jurgen Klopp, el verdadero revolucionario del futbol de este país. Claro que Jupp Heynckes y Pep Guardiola también contribuyeron entregando a Löw jugadores capaces de ser maquinas pensantes, no nada más las tradicionales máquinas alemanas. Esta generación tiene todo lo que se requiere para ser perfectos, desde una preparación física extraordinaria pasando al talento natural y saber que hacer con el balón cada vez que lo tienen en los pies, es más saben que hacer con él desde que lo van a recibir y eso es difícil encontrarlo en la actualidad.

El talento juvenil de Mario Götze sembró a los argentinos en el campo deMaracaná que no hicieron nada para llevarse el campeonato más que dar patadas y lanzar largos balonazos buscando a un delantero completamente aislado. Alejandro Sabella fue un fiasco y su salida inmediata le hará bien a un futbol que merece mucho más, que intentará reinventarse porque hasta hoy y pese a tener al mejor del mundo no lograrán ganar absolutamente nada.