MAQUIAVELO, MONTESQUIEU Y OBRADOR

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‘Por el honor del Poder Judicial’

Por José Díaz MadrigalHubo una vez en el siglo XIX, un escritor francés llamado Mauricio Joly, creador de una obra satírica conocida en el mundo literario como “Diálogos en el Infierno entre Maquiavelo y Montesquieu”; donde con destreza critica los vicios y costumbres del gobierno absolutista y despótico de Napoleón III, aquel emperador marrullero que mandó su ejército contra México.Joly en su libro dice de Nicolás Maquiavelo: fue un político florentino del renacimiento italiano autor del Príncipe, obra literaria que trata de política y de gobierno. Aquí Maquiavelo ofrece sugerencias de como se debe gobernar al pueblo. Entre los consejos más notables son los que adquirió por experiencia y por conocimiento de la conducta humana. Sobresaliendo los tres siguientes. . .1°¿Poder absoluto o Poder compartido? Maquiavelo aconseja el Poder absoluto, pues con el compartido pierde fuerza.2°Acerca de las leyes que ya existían antes de llegar al Poder, Maquiavelo sugiere destruir lo que ya funcionaba como forma de afianzarse en el Poder.3°Echar mano de la crueldad, sostiene que sí se cometen todos los delitos sin escrúpulos, a la gente rápido se le olvida ofreciéndoles algún beneficio.El barón de Montesquieu, francés como Joly. Jurista de profesión, nació 200 años después que Maquiavelo. Fue autor de El Espíritu de las Leyes. Éste barón tiene el mérito de ser el padre de la teoría de separación de poderes, que es en la actualidad la base de las constituciones nacionales en las democracias modernas.La división de poderes, aclara Montesquieu: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Deben ser ejercidos por órganos de gobierno distintos, independientes y autónomos. Montesquieu comenta, todo hombre con Poder se inclina por abusar del mismo; llega hasta donde le ponen límites. Para que no se pueda abusar del Poder, es necesario poner las cosas de tal forma que un Poder detenga a otro Poder. Cada uno limita al otro deteniendo los excesos.En el diálogo de ficción que elabora Joly, Montesquieu hace ver a Maquiavelo las bondades de la separación de poderes; mientras Maquiavelo insiste en que al pueblo no se le debe dar demasiada libertad. Una de las máximas cargadas de criminalidad que argumenta Maquiavelo, que conducen a lograr sus propósitos es: El fin justifica los medios. De aquí deriva la palabra maquiavelico, con significado peyorativo y malvado.Haciendo un paralelismo de influencia ideológica entre Maquiavelo, Montesquieu y el actual presidente de México; sin duda se inclina la balanza a tener similitud con el florentino, por las ganas que tiene de un Poder absoluto.A Lopez Obrador le molesta la división de poderes, le molesta el Poder Judicial; le molesta la oposición, los periodistas, las opiniones diferentes; le fastidia todo lo que está contra su discurso, le retepatea rendir cuentas. Pero sobre todo en los últimos días con coraje está apuntando, su verborrea perniciosa al Poder Judicial, por el sólo hecho de defender la Constitución.La facultad que tiene el Poder Judicial de declarar inconstitucional -fue lo que desató la ira de Lopez Obrador- leyes aprobadas por el Congreso, en caliente sin mayoría calificada; da al Poder Judicial un sentido de institución fuerte, sólida, convirtiéndose en cuidadora de la Constitución mexicana.De este modo el Poder Judicial se ubica en la práctica, ahora si sin disimulo en condiciones de igualdad con los demás Poderes de la Unión; formando un verdadero contrapeso para preservar el derecho de las minorías de los potenciales abusos de las mayorías simples en los trabajos parlamentarios.Sin respetar la Constitución, se acaba la democracia.