LOS 30 VALIENTES

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Por José Díaz Madrigal

Por la calle Flores Magón entre Allende y Guerrero muy cerca de La Piedra Lisa, ubicada a media cuadra, se encuentra una pequeña capilla conocida como La Divina Providencia.Ésta es una de las que construyó el padre Elías De La Mora. A ésta diminuta iglesia, asistíamos a la doctrina muchos chiquillos de los barrios cercanos; que puntualmente estábamos ahí los sábados en la mañana.Nos daba la clase una agradable maestra de aproximadamente 60 años de edad. Era ella una monja amena, que nos mantenía entretenidos contándonos historias bíblicas.Uno de los pasajes, de esos que quedan grabados en la tierna memoria infantil, fue el relato de los 30 Valientes de David.David es para la nación israelita, el Rey más grande que tuvieron. En el pueblo judio históricamente hablando en importancia, el Rey salmista, es el personaje de mayor estimación, solo detrás de Moisés y Elías. Prueba de ello es que después de 3000 años, David todavía es considerado como gran figura militar, política y religiosa.La maestra platicaba con lujo de detalle, acerca de los hechos de un grupo de excelentes soldados capitaneados por David. Por su inquebrantable lealtad al antiguo pastorcillo y a las verdaderas hazañas de las que eran capaces, se conformaron en soldados escogidos  convirtiéndose en una tropa de élite, algo así como encargados de trabajos especiales; que lograban penetrar al corazón de las filas enemigas, derrotándolos desde adentro. Éste grupo de astutos profesionales, únicos en su oficio, se ganaron el honor de ser llamados con el preciado título de Valientes de David.Los chiquillos echabamos a volar la imaginación con aquella pedagógica y sabrosa narración de la catequista, por la cual salíamos de clases creyéndonos uno de los 30 valientes. Para luego fabricar espadas de madera, que nos facilitaban compañeros de la misma edad hijos de carpinteros y, con éstas se formaban batallas campales, hasta que se rompían. Sea como sea, aquellos relatos con técnica novelesca, nos hacían conocer  del contexto, época y desarrollo de las figuras de nuestra Biblia.La noche fatídica del lunes pasado, mataron a Chapula. La gente de Colima que lo conocimos y tratamos, así lo identificábamos con el primer apellido y, a él le cuadraba que se le llamara de ese modo. A leguas se le veía que le gustaba. En cualquier lugar donde se paraba, era notable su presencia por su aspecto corpulento, abdomen abultado, cara enmarcada con impetuoso bigote y largas patillas. Pero lo que más llamaba la atención, era su firme vocerrón con cierto tinte metálico y aire de autoridad, pocas veces la modulaba, se hacía escuchar desde lejos, aunque no estuviera al alcance de la vista o conversando con él.Chapula es uno más en la larga lista de crímenes cometidos en Colima, que como nunca en la historia contemporánea hemos padecido los colimotes. El mando estatal que lleva poco más de seis meses al cargo, nos tienen abandonados, se les hizo bolas el engrudo. Dicen tener estrategias, el caso es que no dan resultados. Sus métodos no funcionan. Lo que vemos la población cotidianamente, son caravanas de militares en camionetas repletas de soldados. Por un lado la ineficaz Guardia Nacional, mientras por otros rumbos de la ciudad, el mismo tipo de unidades con marines de la Armada o también los soldados de uniforme verde del ejército. Las columnas paseándose por calles y avenidas, se parecen más a un desfile de circo, puesto que llaman la atención,  que a elementos militares eficientes. De plano no están jalando para contener la criminalidad en Colima. Es más, los maleantes ni siquiera les tienen miedo.Sí el Gobierno Estatal tuviera la buena voluntad en  parar la pronunciada ola de violencia, brindar protección  y seguridad a la sociedad colimota; (aunque es sabido que delitos del crimen organizado es competencia federal) no se pueden quedar de brazos cruzados, por este motivo se pone a consideración, el siguiente decálogo.Primero, se necesita decisión de la máxima líder política del estado de hacer bien su chamba. Con valentía.Segundo, contratar a los mejores especialistas en temas de seguridad, nacionales o extranjeros.Tercero, crear un pequeño grupo de élite local, seleccionados entre los mejores elementos o traerlos de fuera. Similar a los 30 valientes, distinguiéndolo como, comando de operaciones especiales.Cuarto, hacer trabajo de inteligencia profesional, apoyado en los recursos tecnológicos más modernos.Quinto, infiltrarse en los grupos de malandros, para deshacerlos desde adentro.Sexto, implementar el sistema de recompensas.Séptimo, en operaciones mayores, combinarse con la federación.Octavo, reactivar retenes móviles en todas las entradas y salidas del área conurbada.Noveno, coordinación con hoteles, bares y restaurantes para reportar sospechosos.Décimo, entre los 30 valientes, existía la hermandad y el honor de la lealtad. Sabían que eran los mejores. Del mismo modo al grupo de Colima, inculcar el orgullo y dignidad de pertenecer a un grupo selecto y discreto, sin posibilidad de que sean corrompidos.De ser así, los habitantes de este bello estado, nos daríamos cuenta sintiéndonos afortunados de que la gobernadora, está agarrando el toro por los cuernos, dando con esto un sentido muy elevado a su misión.El pueblo sin chistar, nos solidarizaríamos con ella.