LA LISTA DEL PRI

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

El hecho reciente más comentado los días últimos fue la publicación de la lista de candidatos del Pri que buscarán cargos de representación popular. Hay de todo en ella, pero lo más refrescante es que aparece un buen número de jóvenes en la dupla que formó con el Pvem, mujeres varias destacadas en alguna actividad que se abren camino a la participación en una área antiguamente reservada casi a varones.

El Pri echa mano de lo mejor que tiene y se refuerza con figuras panistas a través de su aliado el Pvem, como es la aún alcaldesa de Manzanillo y la diputada federal por el segundo distrito electoral, para conformar una oferta política con posibilidades de competir dignamente y que solo con sus militantes no pudo confeccionar. Mención especial merece la participación de Fernando Moreno Peña, un habitual en las lides políticas pues nunca se ha ido según dijo. Ahora, a 20 años de haber logrado la gubernatura, se presenta en la fórmula senatorial para enfrentar a la tercia del Pan, Prd, Mc que luce muy competitiva. Otro político más que regresa a la competencia es José Manuel Romero Cuello, quien se desempeñó a nivel central como funcionario y pretende ocupar la alcaldía capitalina en la que ya fue síndico temporalmente. Capital político tiene igual que FMP, a ver que dicen los ciudadanos.

Y aparece, en el bloque de mujeres, la ex subsecretaria de Sagarpa, Mely Romero Solís, tras separarse definitivamente del cargo para competir por una diputación federal. Mely representa lo mejor de la generación actual priista, es una política joven, congruente, dedicada, que da resultados   y desquita su sueldo. No deberá tener muchos problemas para ganar la posición porque goza de acreditación.

Pero faltan los que aspiran a posiciones plurinominales donde podría haber sorpresas, sobre todo en las diputaciones federales y senadurías. Estos nombramientos, como se sabe, los negocia directamente con los interesados el mismísimo candidato a la presidencia con anuencia de gobernadores, por lo que podría colarse algún político colimense con buenas relaciones con José Antonio Meade. Veremos. En las plurinominales locales, van los cercanos al gobernador, ahí no hay sorpresas.

Lo importante es que para satisfacer los intereses concretos del Pri se conformó una oferta política con lo mejor que puede presentar, como ya apunté. Cierto, no hay figuras rutilantes para echar campanas a vuelo o como para quitarse el sombrero ante ellas, pero hay de donde escoger en el cúmulo de candidatos que se conformará. Seguro que ha de contar, en esa reflexión última del votante, cómo ha sentido de eficaz al gobierno peraltista, porque de algún modo las elecciones intermedias se constituyen en referéndum, ya que un triunfo priísta se entenderá finalmente como un refrendo de la confianza en el gobierno de JIPS y una derrota como una reprobación al mismo.

Los candidatos deberán conducirse con franqueza en la campaña sin ofrecer lo que no puedan cumplir. Las mentiras en política hunden a cualquiera. Los más experimentados de un partido habrán de apoyar a los noveles, pues en ellos ha de jugarse en equipo y no en solitario, de ahí que Moreno Peña, Mely Romero Solís y José Manuel Romero Cuello, han de ser las figuras priístas más sólidas en el siguiente capítulo electoral por el colmillo político que se cargan. Con FMP ahí no necesitan ni jefe de campaña.

Los candidatos han de   coadyuvar con sus ideas, sus críticas, sus propuestas y su participación en general en la construcción de una realidad distinta para Colima. Se quiere un estado erguido, pujante en lo económico y generador de empleos, con la seguridad y la certidumbre que los malandrines nos han birlado, con un estado de derecho sólido que inspire confianza, con un gobierno transparente y recto, con gobiernos municipales activos y comprometidos con sus deberes.

Los que persigan cargos para servir solo a sus intereses ojalá fracasen. No tienen cabida en la sociedad que deseamos todos. Si quieren hacer plata, trabajen, pero no usen la política para este fin. Y como dijo Manuel Ajenjo en su última colaboración en El Economista: A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos seguido por las mismas razones (frase atribuida al escritor irlandés Sir Bernard Shaw). Si fallan, pues, los cambiamos.