LA COMUNIDAD DEL BACHILLERATO NO. 1 REALIZA HOMENAJE A LA EMINENCIA

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    En la ceremonia, que congregó a estudiantes, maestros y administrativos del plantel, y a varios miembros de la familia del maestro Rogelio, se leyó su biografía donde destacaron las acciones y pasiones que como persona, docente y ciudadano tenía La Eminencia con la gente que lo rodeaba.

    Emilio Ruiz Padilla, alumno del segundo semestre, dio lectura a una reseña biográfica realizada por la maestra Laura Gabriela Calvario. En el texto se recordó su pasión por la música clásica y por María Callas, sus 40 años dedicados a la enseñanza de las Matemáticas en Colima, su altruismo a quien se lo pedía y su labor sabatina para que los padres de familia apoyaran la formación de sus hijos.

    “Aprender no significa repetir lo que el maestro pide que haga; la enseñanza-aprendizaje se da a través de retos y soluciones de problemas, no de modelos que impone el maestro”, fueron palabras que pronunció Salazar Barajas sobre su experiencia del oficio.

    Por su parte Hugo Alexander Gómez, estudiante del sexto semestre grupo “G,” recordó a su maestro como el de vestuario blanco y huaraches, que sabía como nadie que lo realmente importante en una persona viene de adentro y que muchas veces no tiene relación alguna con lo que hay afuera.

    “Quizá por eso, La Eminencia, como era conocido, fue y seguirá siendo alguien distinto, porque no siguió a la multitud, sino que siguió su propio camino, camino que muchos aún temen”, dijo. También aseguró que estaría orgulloso del Bachillerato 1 y de sus estudiantes, de sus compañeros profesores y de su director.

    Para el joven Gómez Orozco, eventos como éste prueban que al experto en matemáticas, la ecuación más importante de su vida, la que realizó durante 40 años, no le falló, porque a pesar de que el hombre está muerto, el maestro sigue vivo y nos prueba que personas como él jamás terminan de irse.

    Previó a retirar la tela y develar la placa, el encargado del Despacho de Rectoría, Ramón A. Cedillo Nakay, destacó que para honrar su legado se debe amar y comprometerse con la profesión o el oficio. “Se le recordará como una persona valiosa que se entregó a la docencia y con ello, se entregó a sus alumnos”, precisó.

    La placa develada dice: Lic. Rogelio Salazar Barajas, “Eminencia”, te extrañamos tus amigos y compañeros.

    En representación de la familia del maestro, su hermana, Carmen Salazar Barajas, quiso hacer notar los miles de colimenses que pasaron por las aulas del Bachillerato 1, donde con orgullo siempre preparó a los jóvenes.

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