LA AUTOPSIA – Rumbo a Japón

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Por: André Marín

Pasado mañana el América deberá finiquitar en el Azteca lo que bien hizo en el Universitario.

En pocas palabras, hablamos de un trámite para ganar la Liga de Campeones de la Concacaf y así volver a Japón a disputar el Mundial de Clubes.

Desde la penosa presentación del año pasado, los cremas se comprometieron a regresar y han hecho todos los méritos en el torneo de equipos más importante del área.

El América ha sido mejor que sus rivales y ha jugado con la intensidad necesaria para ganarse el derecho de intentar borrar la imagen que dejaron en diciembre de 2015.

En Monterrey, la noche del miércoles, pusieron riñones. No fueron un equipo espectacular, pero sí fueron un cuadro que dejó todo en la cancha. Fue un equipo solidario que se conjuró para conseguir el resultado, a pesar de enfrentar a una de las plantillas más poderosas del continente.

Sus defensores le hicieron la vida imposible a sus rivales, los laterales nunca estuvieron mal parados, sus volantes fueron y regresaron sin cesar en el intento.

Y con dos goles dejaron prácticamente sentenciada una serie que, parecía, sería más pareja en la previa.

Usted podrá decir que América tiene que ganar, gustar y golear por su historia y porque así lo dicta su ADN. Bueno, pues el miércoles fueron por demás intensos y borraron del mapa a jugadores que han costado una fortuna y que en partidos importantes desaparecen.

Gignac no recibió un solo balón a modo. Damm no desbordó una sola vez a su rival, Aquino se escondió y Ferretti, desde la banca, nunca modificó un sistema que todos se conocen de memoria.

Quizá la gran diferencia radique en el grado de obligación que tienen unos y otros.

En Tigres, si ganas, pierdes o empatas no pasará nada. En América, si no ganas este tipo de partidos y de finales es muy probable que el técnico y varios jugadores dejen la institución.

En el año de su centenario, el América ya mandó el mensaje claro de que va por carro completo.

Quieren Concacaf, quieren ganar la liga y quieren llegar a diciembre al Mundial de Clubes para hacer una participación histórica para el futbol mexicano.

Ambriz nunca gustó al americanismo, lo rechazaron desde el primer día. Y ahora parece que los fanáticos estarán encantados cuando empiecen a llegar los títulos.

Por lo pronto, el boleto a Japón lo tiene en la bolsa. Y en la liguilla tienen todo para buscar el título, a menos de que los Rayados del Monterrey digan otra cosa.

Un América con jugadores que traen el cuchillo entre los dientes está sacando adelante otro torneo importante. Y como ya es una costumbre, con Peláezllegan los trofeos, sea cual sea el entrenador.

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