La Panga
Por: Mayahuel Hurtado Ortiz
Hay una nueva regla no escrita que debe ser aprendida y es la relacionada a que las ex primeras damas han perdido esa figura de autoridad que durante años prevaleció en el sistema político nacional y el colimense, tras décadas de gobiernos priístas que tenían un control absoluto de lo que se decía de un cambio de gobierno a otro.
Y fue precisamente Beatriz Gutiérrez Müller la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador quien puso punto final a una tradición política que se venía realizando cada sexenio a nivel federal y estatal y cada trienio a nivel municipal.
En una quimera política donde vendieron la idea de la participación de la mujer que era la esposa del gobernante, fue que esta práctica tomó más importancia en algunas entidades y para terminar pronto, la ausencia de una primera dama en el actual gobierno del estado de Colima, vino a sepultar esa tradición.
Hablaré de las últimas primeras damas, iniciaré con un gran ejemplo de mujer y sororidad, la finada ex diputada y senadora Hilda Ceballos Llerenas, un gran ejemplo de Institucionalidad y defensa de los derechos de las mujeres, una legisladora que trabajó en beneficio de colimenses y no le tembló la mano para tomar decisiones, incluido el apoyo total a la candidatura de Silverio Cavazos Ceballos a gobernador. Jamás tuvo un comentario ni ofensivo, calumnioso o de discriminación para sus adversarios, menos para una mujer que participaba en política, pues Hilda Ceballos ha sido el mejor ejemplo de la mujer en el poder, después de Griselda Álvarez y hubiese sido si estuviera entre nosotros, una gran candidata al gobierno del estado; su experiencia, sagacidad, sororidad y amor por lo que hacía para Colima, era sin duda su mejor carta de presentación.
Continúo con Norma Galindo Matías, viuda del extinto gobernador Gustavo Vázquez Montes, quien siempre se caracterizó por el respeto a los demás, pero sobre todo a las mujeres. No hay registro de que alguna vez hubiese perdido la compostura, sabía su lugar en la política de Colima y su recuerdo permanece intacto.
Alma Delia Arreola Cruz, la esposa del ex gobernador Mario Anguiano, ni en los momentos más críticos de tensión política, jamás hizo algún pronunciamiento contra alguien, tampoco denostaba mujeres aún siendo candidatas a la gubernatura como la aguerrida Martha Sosa, que no cedió ningún centímetro y lanzara fuertes consignas en aquella elección donde perdiera contra Mario Anguiano Moreno. Nunca hubo un pronunciamiento de Alma Delia Arreola contra alguna mujer, a pesar de un sinnúmero de escándalos que rodeaban la vida de su esposo el ex gobernador Anguiano Moreno, el silencio y la prudencia fue su mejor arma para silenciar cualquier rumor o señalamiento.
Pero no siempre las reacciones de las personas son las mismas, se puede comprender a la ex primera dama Idalia González Pimentel en el dolor de la pérdida de su esposo, el finado ex gobernador Silverio Cavazos Ceballos, quien perdiera la vida de una manera atroz, pero es la señora González Pimentel quien ha utilizado desde años las redes sociales para exigir justicia ante la forma tan violenta en que le fuera arrebatada la vida al ex gobernador, su muro de su cuenta personal de Facebook ha sido testigo una y otra vez de fuertes declaraciones contra quienes considera son los responsables de la muerte de su esposo o de la falta de hacer justicia.
Pero es de llamar la atención lo que estaba en su muro de Facebook este fin de semana, que no solo deja al descubierto que la herida está intacta, Silverio Cavazos es un tema que no se toca, que no se cuestiona, que no sirve de referencia histórica y se le olvidó muy pronto, que así son las elecciones, que en campaña los partidos contrarios utilizarán los argumentos necesarios y válidos para convencer a la ciudadanía que son la mejor opción.
No se trata de una guerra contra nadie, se trata de una lucha por buscar la alternancia en el poder en el estado de Colima, y se debe decir lo que se hizo bien y acentuar lo que se hizo mal o se dejó de hacer; cito a continuación fragmentos del mensaje de Idalia González Pimentel contra la candidata a la gubernatura de Colima Indira Vizcaíno Silva:
“VEN PORQUE LES DIGO QUE ES MUY MENTIROSA!!! POBRE DE LA GENTE QUE NO CONOCE SUS ALCANCES DE AMBICIÓN Y CON SU CARA DE MOSCA MUERTA, TIENE EL CINISMO DE OBTENERLO EN CADA CAMPAÑA SALTANDO DE PARTIDO EN PARTIDO POLITICO. Y HABLAR DE LA CHIQUIMAFIA? SE CONSIDERA LA ESPERANZA PARA COLIMA?(…)
“Esta mujer está igual de loca que el presidente. Acompañe al que fue mi esposo Jesús Silverio Cavazos en la gubernatura de nuestro Estado de Colima. Y jamás fuimos parte ni pertenicimos a lo que su NULO CEREBRO llama chiquimafia del poder. Que puede esperarse de una persona que antes de cada elección en la que participa recurre a cirugías estéticas para obtener el voto de los hombres. Así de pequeña es la mentalidad con la que pretende gobernar a nuestro pequeño-GRAN Estado. Es un insulto su candidatura una presunta responsable de una denuncia que no ha sido resulta. Esa es su pequeña calidad moral para hablar de las chiquimafias(…)”
Estas declaraciones amable lector, lectora, darán mucho de que hablar en fechas posteriores, o quizá serán el motivo para realizar algún procedimiento jurídico, no se ha emitido declaración alguna, y no es para nadie una sorpresa que la ex primera dama González Pimentel alce la voz, pero si es un retroceso para la lucha de la defensa de las mujeres, en el marco del mes en que celebramos participación en política, defensa a nuestros derechos, equidad de género y empoderamiento; en la circunstancia histórica de que Colima tiene varias candidatas mujeres buscando la gubernatura, sus señalamientos no sólo no le abonan nada bueno a la sororidad en la vida personal y en la participación en política, sus palabras lastiman a quienes están detrás porque una de nosotras (mujer) ocupe una alcaldía, una curul en el congreso local o posiblemente una silla para despachar en casa de gobierno.
No es tiempo para tener la piel delgada, es el tiempo para que la alternancia sea mujer o sea hombre se pueda dar en el estado de Colima.
Se comprende el dolor de una viuda, pero se reprueba cualquier tipo de agresión a las mujeres.