Por André Marín
Hoy no quiero hablar de los partidos contra Canadá. Sigo pensado que la eliminatoria para el Mundial de Rusia está resuelta y que ahora habrá que armar un buen equipo para la Copa América del próximo verano.
Hoy quiero revisar lo que pasó con la selección olímpica en su gira por Europa, donde jugó dos partidos y los perdió.
Antes de tomar el vuelo que los llevó a Portugal, el debate era de qué metal sería la medalla que ganaríamos en Río y, después de ver con qué facilidad fueron superados varios de los jóvenes que maneja Raúl Gutiérrez, no queda más que agradecer que el golpe haya sido faltando cuatro meses para la cita olímpica.
Agrandados, soberbios y hasta sobrados andaban algunos de los Sub 23. El propio entrenador parecía mandar mensajes de una confianza desbordada de cara a un torneo que será complicadísimo. Que México haya ganado el oro en Londres no significa que vamos a repetir fácilmente la hazaña.
Las derrotas ante Japón y Portugal sirven mucho más de lo que imaginamos. Ayudan para darnos cuenta, como dijo el propio Gutiérrez, de que hemos sido superados ampliamente en la velocidad del juego. Es decir, que los rivales fueron sobradamente superiores en una cuestión básica del juego.
Que si faltaron Lozano y Pizarro por estar con la mayor, es cierto. Que ambos jugadores marcan una importante diferencia también, pero que hay varios que estaban subidos en un ladrillo y ya se veían jugando la final contra Brasil también es una realidad.
Bien haría Raúl Gutiérrez en platicar un buen rato con Luis Fernando Tena y preguntarle cómo le hizo antes y durante Londres 2012 para conseguir el máximo logro en la historia del futbol mexicano.
Aquella generación también sufrió descalabros antes de llegar al oro y sus consejos le vendrían de maravilla a un entrenador que no tiene la experiencia del anterior cuerpo técnico.
Sigo confiando en que México hará un buen papel en Río, pero hay que empezar por ser humildes y ubicarnos en nuestra realidad. Somos buenos, pero hay otros igual de buenos.
Que el viaje a Portugal sirva para hallarnos y trabajar más. Y que sirva para darnos cuenta de que los olímpicos serán complicadísimos desde el primer partido.
Hay una gran generación de futbolistas y sigo pensado que el éxito de este equipo dependerá de los tres refuerzos mayores de edad que los acompañen a Brasil.
De eso depende volver o no con medalla.
Twitter: @andremarinpuig