Análisis Político

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¿COLIMA EN CRISIS POR INSEGURIDAD?

Por: Abel González Sánchez

Nadie puede afirmar que Colima esté en crisis económica o política por la inseguridad pública o mejor dicho, por las muertes violentas que han provocando los espantosos hallazgos que provocan alarma en la población, se sabe que a Colima le prendió el semáforo en rojo a nivel nacional encabezando el estado en homicidios violentos, cuestionando su seguridad pública, por ello las recién estrenadas autoridades del gobierno estatal están diseñando al parecer un plan estratégico para atender la problemática en forma integral.

Colima vive normalmente su actividad económica, pero es lógico que sí causan alarma social las imágenes que están provocando pánico con cuerpos descuartizados que aparecen con cartulinas y que se debe por el conflicto entre los grupos delincuenciales que están ajustando cuentas por su reacomodo de la plaza, en donde los homicidios generalmente ocurren entre sus participantes, pues así lo han afirmado oficialmente las diferentes autoridades estatales y federales de seguridad pública incluyendo la PGR.

Lo cierto es que sí hay preocupación estatal porque son varias las llamadas de paisanos que viven en los Estados Unidos y amigos que radican en otras entidades, más preocupados que cuando hay terremotos y huracanes, preguntando por la situación estatal, pues la información digital está al orden del día y se multiplican con las imágenes de los periódicos, radio, televisión y por la vía internet de los mutilados o ejecutados como reguera de pólvora, la otra verdad es que el nuevo gobernador Ignacio Peralta tiene ahora la más alta responsabilidad en el estado para atender este conflicto con el apoyo de su gabinete de seguridad.

Ante los hechos violentos y la duda del quehacer gubernamental el presidente estatal de Movimiento Ciudadano, Leoncio Morán Sánchez exigió públicamente al gobernador del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, que “salga a dar la cara” y explique qué está pasando en la entidad, porque nadie dice nada, pidiendo la renuncia de Arnoldo Ochoa González, como Secretario General de Gobierno al señalarlo como el responsable del gabinete de seguridad, remarcando que  con lo que está pasando los colimenses no se sienten felices, ni seguros, recordándoles así el lema de su campaña que triunfó al final.

Sin embargo la solución a este delicado problema del estado que llegó encabezando al país, proviene desde hace más de 20 años, incrementándose en los últimos diez años, pero no se resuelve señalando a supuestos culpables por razones políticas, ni pretendiendo que las nuevas autoridades levanten una bandera declarándole la guerra contra el narcotráfico como lo hizo Felipe Calderón con los resultados que vimos, pues se duplicaron las muertes violentas en el país en su administración, sabemos que el gobernador ha participado en las recientes reuniones del gabinete de seguridad y en cuanto al Secretario General de Gobierno ahora se sabe que ya no tiene la responsabilidad legal directa con el reciente organigrama gubernamental al crear la nueva Secretaría de Seguridad Pública, ya no le compete tampoco ni el trasporte porque ahora es también Secretaría independiente, pero la postura política de Locho es cierta en cuanto de que algo debe hacerse y decirse porque hay la sensación de que poco o nada se hace en cuestión de seguridad pública.

Debemos reconocer que el problema es complejo para resolverlo de un solo golpe, no se hará en dos, ni en tres o más, si analizamos fríamente, Colima tiene el CERESO bien repleto, casi con el doble de su población para lo cual se diseñó, cientos de delincuentes involucrados en el consumo o venta de estupefacientes, por otra parte tenemos en el estado 33 centros de rehabilitación contra las adicciones y más de 187 organismos contra el alcoholismo, y aún faltan más, esto significa que el problema es grave y de fondo y de hace bastantes años. Ya lo dio a entender el nuevo procurador de Justicia, cuando se presentó, casi dijo “yo no soy Superman ni Batman, ni traigo varita mágica, solo vine a reorganizar la procuración de justicia y ayudar a recuperar la tranquilidad de Colima, pero necesitamos la participación de los tres niveles de gobierno y de todos”.

Urge la participación a este gran problema con acciones concretas de los mismos partidos, las organizaciones empresariales y sociales en el estado, así como de la misma sociedad, pero más aún de cada una de nuestras familias, que tengan hijos con problemas de adicciones, pues no se ha dicho que hay cerca de siete mil jóvenes sin estudiar, sin empleo y sin ocupación alguna, y que siendo menores de edad, sus padres perdieron el control y la autoridad sobre ellos, para saber que hacen o en que pierden el tiempo para llegan por la madrugada, el problema de la criminalidad es de fondo no es tan sencillo como parece, y vuelvo a repetir, Colima no está en crisis económica o social hasta ahora, quieran o no reconocer, pero también es cierto que desconocemos las acciones que se hacen ahora en materia de seguridad.

Por todo lo anterior la Secretaría de la Juventud debería asumir un nuevo papel más relevante en el estado enfocando sus baterías a los problemas más graves de los siete mil jóvenes desocupados denominados ninis en la entidad, ojalá el gobernador del estado busque también el apoyo a nivel nacional de la SSA, del Imss y del Issste para incrementar algún programa especial por dos o tres año contra la drogadicción y alcoholismo para el caso especial de Colima por la situación imparable en el incremento de su consumo, pues miles de hijos de familias humildes cayeron en este grave problema y no tienen recursos ni para su orientación y menos para su tratamiento.