Gobernadora entre la aceptación ciudadana y el duro juicio de la oposición… 

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La Panga 

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz.

El pasado 19 de marzo la gobernadora Indira Vizcaíno Silva posteó lo siguiente:  “Derivado de las recientes manifestaciones por parte de madres de familia y alumnado de la secundaria “Mario Anguiano Moreno”, en las que se denunciaron conductas intolerables por parte de un profesor hacia algunas alumnas, de manera inmediata instruí a la Secretaría de Educación y Cultura iniciar el trámite legal y administrativo para investigar estos hechos, por lo que el docente señalado ha sido separado de sus funciones.

En esta administración se tendrá cero tolerancia ante situaciones de hostigamiento sexual, acoso, discriminación y cualquier tipo de conductas inapropiadas en contra de alumnas, alumnos, trabajadoras y trabajadores, velando siempre por el derecho superior de la niñez y la juventud colimense de crecer en un ambiente sano.

Les comparto íntegro el comunicado sobre este tema. https://bit.ly/3wm8jgC

Y debo decir que es la primera vez que yo recuerde que un gobernador, haga manifiesto de manera pública su rechazo ante la denuncia que abre una cloaca que ha estado ahí siempre, donde mentes enfermas y sin escrúpulos intentan abusar en diferentes formas del alumnado, pues las acciones reprobables de algunos y de algunas,  exponen la honorabilidad de miles de trabajadores de la educación que sí hacen su trabajo bien, con respeto a la dignidad humana y a la integridad física y emocional de los alumnos.

Lamentablemente ni será el único caso, ni será el último, ya que los gobiernos anteriores se caracterizaron por en algunos casos “taparles y proteger a los acosadores” y no a las víctimas como debió ser.

Ahí están decenas de historias, quizá cientos, de alumnos que resultaron abusados en su integridad física y emocional, y muchos de ellos de condición humilde jamás se atrevieron a denunciar y quienes lo hicieron, fueron apabullados o aplastados por el influyentismo barato que caracterizó a la anterior clase política, ya que se les brindaban todas las facilidades para no ser investigados y de darse una denuncia, esta careciera de los elementos suficientes para que avanzara rumbo al camino de la justicia. No son una, ni dos las historias donde todo quedó en una mala nota, un cambio de escuela, una “separación del cargo” para después reinsertarlos, bueno hay un caso hace algunos años en Salagua, en el que quien en el pasado fue señalado, hoy es supervisor comisionado, eso es  un tema de dominio popular, cierto o no, nunca se investigó.

Lo mismo ocurrió para el hermano de una funcionaria que fue liderazgo político priísta de las chiquiadas de un ex gobernador y que su hermano a pesar de las fuertes acusaciones, simplemente lo cambiaron de centro de trabajo a otro municipio, también está el caso de tres alumnas de secundaria que denunciaron a una profesora, donde no pasó a mayores, solo una mini sanción, la verdad que es muy lamentable que hoy este tipo de situaciones sigan ocurriendo. Finalmente son los abusos en nombre de la educación ¡Sea por Dios!.

¡Cuántos abusos se cometieron en nombre de la educación! Si la gobernadora Indira Vizcaíno está comprometida con erradicar estas prácticas que no sólo afectan a alumnos, sino que además a trabajadores, deberá comenzar por lo menos, dos o tres sexenios anteriores donde en algún momento hubo una denuncia de una madre de familia, de un alumno, de algún docente que resultaron afectados; o incluso de algún trabajador del sector educativo que se atrevió a defender a sus alumnos y por esa causa fue perseguido por el sistema corrupto que estableció el PRI tras gobernar 90 años el estado de Colima.

Eso sin duda marcaría un antes y un después en la aplicación real de la no violencia, no acoso, no abuso de autoridad y todos los NO que se requieran garantizar, y se respetaría a cabalidad la ley de protección de niños, niñas y adolescentes que actualmente se aplica en la entidad. Para esto la gobernadora requiere de hacer una limpia de casa total, quitar a las personas que estén coludidas o relacionadas con este tipo de casos y omitieron hacer la parte que les correspondía hacer, esto representa sacudir al dragón de siete cabezas, que enfurecerá y lanzará fuego, pero que finalmente garantizará que todo lo malo, lo nocivo, lo que está anclado a las malas prácticas del pasado se vaya.

Por otra parte le traen marca personal a la gobernadora Indira Vizcaíno, todos los días son los mismos que postean y comentan en su cuenta de redes para reprocharle el tema de la inseguridad, que si viaja o no, que si se toma una foto, dos, tres, en fin, la dura etapa que está viviendo el estado de Colima, nos lleva a replantearnos una pregunta ¿Los que originaron este caos, esta inseguridad, dónde están? ¿A ellos también se les reclama, se les postea? ¿A ellos se les juzgó con tal severidad? La respuesta es no.

Así es que llegó el momento de tomar la decisión de limpiar bien la casa, de barrerla a fondo, de erradicar lo que está de más, los vicios ocultos y dar paso a una verdadera alternancia en la función pública, de lo contrario, si deja a esas legiones que obedecen a sus anteriores amos, difícilmente logrará consolidar un gobierno diferente, y esos mismos que ya tienen el plan armado para el 2024, son los que ya vieron la ruta para desgastar al actual gobierno, que con trolls o servilistas, estará ahí presente un día sí y el otro también, para meter la zancadilla y que sigan los tropiezos.

Además de todo esto, la gobernadora deberá hacer una evaluación rápida de los nuevos funcionarios, medir los niveles de eficacia y eficiencia, así como de la aceptación ciudadana y realizar los ajustes necesarios para que los mejores estén al frente de cada dependencia, ya que por mucho que se quiera pagar la lealtad, si al momento de los resultados las cuentan no dan, deberá desplazar a esa gente a las áreas que no comprometan a su gobierno, pero insisto, esa decisión es única y exclusiva de la gobernadora y de nadie más. Al tiempo.