Es de Ochoa pero también del Piojo

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*Es por y para Guillermo Ochoa, el portero del que siempre dudaron fuera el titular, haya sido quien haya sido el que pasara por el banquillo.

Por: Gerardo Velázquez de León

Es por y para Guillermo Ochoa, el portero del que siempre dudaron fuera el titular, haya sido quien haya sido el que pasara por el banquillo. Figura indiscutible en un partido heroico que le entrega a la Selección Mexicana de futbol un empate valioso, que si no fuera por sus reflejos y elasticidad seguramente estaríamos hablando de otro resultado. La Selección empató pero Ochoa le ganó a Brasil, cuatro atajadas que pasaran a la historia del futbol mexicano.

El liderato del grupo está abierto, todo puede suceder aún en el Grupo A de la Copa del Mundo y la Selección Mexicana está ubicada en el lugar que ni los más recalcitrantes optimistas creían y además de agradecerle a Ochoa deben ser claros también con Miguel Herrera, que ha impuesto orden, disciplina táctica, hambre, intensidad pero sobre todo el saber corregir sobre la marcha de un partido, porque qué distinto fue el primero que el segundo tiempo cuando acomodó a la defensa y al medio campo. Herrera está siendo el entrenador revelación de la Copa Mundial y si algunos como Felipao no lo conocían, hoy será parte de su indigestión nocturna.

Mención honorífica también para la afición mexicana que han arropado en suelo brasileño a su querido equipo porque hoy en el estadio Castelao nunca se achicaron, no lograron los brasileños intimidarlos y cuando a tantos kilómetros de distancia se observan a cientos de mexicanos no cabe la menor duda que en mundiales de futbol pocos como nosotros. Se puede empeñar joyas y vivir de crédito en cuatro años, pero nunca dejar de ir a un mundial a apoyar.

La personalidad, intensidad y golpe de autoridad que ha dado hoy la selección mexicana debe consolidarse contra Croacia la próxima semana, sino de nada servirá esta exhibición. Así como está tan cerca la clasificación a octavos de final se vislumbra también una lejanía preocupante, la confianza extrema y no tomar a Croacia con la seriedad e intensidad que mostraron este día en Fortaleza sería el harakiri.

Y que lejano está Brasil de ser un equipo para hacer época, de sus legendarias figuras que lo llevaron a ganar cinco copas mundiales. Llevan años en la metamorfosis, de ser la demostración más grande de la creatividad en el futbol a convertirse en un equipo mecanizado, que apuestan más a tener potencia física. Brasil está desconocido y entrega a sus aficionados una duda muy grande para ser campeones por sexta ocasión en veinte copas del mundo.