En vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, designado por la Organización de las Naciones Unidas este 25 de noviembre, el Inegi dio a conocer en México 40 de cada 100 mujeres de 15 años y más han sido objeto de violencia en los espacios comunitarios o sociales a lo largo de su vida.
De aquellas que trabajan en fábricas, talleres o maquila, 45.4% sufre violencia laboral, y en promedio fallecen diariamente cinco mujeres por muertes intencionales: tres por homicidio y dos por suicidio.
Para organismos defensores de derechos humanos, la violencia contra la mujer –que está considerada como el principal obstáculo para lograr la igualdad de género– es inaceptable en cualquier ámbito, sea cometida por parientes o por extraños, por el Estado y sus agentes, tanto en el ámbito público como en el privado, en tiempo de paz o en tiempos de conflicto.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó una selección de datos recientes que ponen de manifiesto la magnitud, circunstancias y consecuencias de la violencia ejercida contra las mujeres en México.
Para ello utilizó datos de su Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2006), realizada a finales de 2006, que da cuenta de la violencia de pareja y de otras formas de violencia contra la mujer.
Además, utilizó estadísticas vitales –de cobertura universal y de registro continuo– para informar de las muertes que son producto de la violencia intencional o auto infligida, como los homicidios y los suicidios femeninos.
De acuerdo con el estudio, la violencia contra las mujeres se vive principalmente en el ámbito doméstico o familiar, el más inmediato y en donde se establecen las relaciones más íntimas y significativas, aunque también tiene lugar en otros espacios: la escuela, el trabajo, la calle y otros lugares públicos.
De acuerdo con la ENDIREH 2006, de cada 100 mujeres de 15 años y más, 67 han padecido algún incidente de violencia, ya sea en su relación de pareja o en los espacios comunitario, laboral, familiar o escolar.
La violencia más frecuente es la ejercida por el actual o último esposo o compañero, de acuerdo con el 43.2% de las mujeres encuestadas; a ésta le sigue la violencia en la comunidad, padecida por 39.7% de las mujeres, en el trabajo (29.9%), en la familia (15.9%) y la escuela (15.6%).
La violencia comunitaria se entiende como una expresión de poder para someter o intimidar sexual o físicamente a la mujer por personas conocidas o desconocidas en cualquier espacio público (calle, cines, deportivos, etc.) o privado (casas ajenas e incluso la propia).
En el año 2006, una alta proporción de mujeres jóvenes (44.1% y 49.4% de mujeres de 15 a 19 y de 20 a 24 años de edad, respectivamente), en comparación con aquellas de edad avanzada (35.3% y 21.9% de mujeres de 50 a 54 años y de 55 años y más, en ese orden), declaró haber padecido este tipo de violencia a lo largo de su vida.
Entre los incidentes de violencia comunitaria, la más frecuente es la que tiene que ver con intimidación (expresiones ofensivas sobre su cuerpo o de carácter sexual, así como el miedo a sufrir un ataque o abuso sexual).
Según los resultados de la encuesta, 37 de cada 100 mujeres declararon haber padecido ese tipo de incidentes, en tanto que 17 de cada 100 experimentaron hechos de abuso sexual, como tocamientos o manoseos, o bien fueron forzadas a tener relaciones sexuales o las obligaron a realizar actos sexuales por dinero.
En lo que se refiere a la violencia laboral, consiste en el abuso de poder por parte de los jefes o compañeros de trabajo e incluye expresiones que van desde insinuaciones sexuales, hostilidad, humillaciones en forma de insultos y hostigamiento, hasta la violación, así como el desprecio, inequidades salariales y despido. Esta situación fue experimentada por 29.9% de las mujeres de 15 años y más que trabajaron en el año anterior a la entrevista.
La violencia laboral más frecuente es la que tiene que ver con hechos de discriminación laboral: por cada 100 mujeres trabajadoras, 24 declararon haber sufrido inequidades de salario con respecto al hombre para un mismo nivel, petición de prueba de embarazo, menores oportunidades de ascenso, despidos o disminución del salario por embarazarse, por su edad o estado civil.
De los incidentes de violencia escolar más frecuentes entre las estudiantes destacan los de índole emocional: 12.3% de las mujeres de 15 años y más que han asistido a la escuela declararon haber sido humilladas o denigradas, ignoradas o menospreciadas, o castigadas por haberse negado a las pretensiones del agresor; 6.7% declaró violencia física y 2.1% acoso sexual (les propusieron tener relaciones sexuales a cambio de calificaciones, las tocaron o manosearon sin su consentimiento o las obligaron a tener relaciones sexuales).
En el territorio nacional, la violencia que viven las mujeres, sea de pareja, comunitaria, laboral, familiar o escolar, alcanza en diez entidades federativas niveles por encima del promedio nacional (67% de las mujeres de 15 años y más).
En orden descendente, el primer lugar lo ocupa Jalisco (78.5%), seguido del estado de México (78.2%), Distrito Federal (76.8%), Colima (71.3%), Aguascalientes (70.6%), Durango (70.1%), Puebla (69.8%), Morelos (69.3%), Sonora (68.5%) y Chihuahua (67.7 por ciento).
El estado con la prevalencia más baja es Chiapas, donde 48 de cada 100 mujeres de 15 años y más manifestó haber padecido al menos un incidente de violencia de pareja, comunitaria, laboral, familiar o escolar.
La violencia más severa es la que provoca la muerte, de ahí la importancia de analizar las muertes intencionales, como homicidios y suicidios de mujeres.
En 2007, las muertes intencionales de mujeres representaron 0.8% del total y el 16.4% se debió a lesiones, que comprenden accidentes, homicidios y suicidios.
El número de muertes intencionales de mujeres registrado en nuestro país en 2007 fue de mil 857, de los cuales mil 083 fueron homicidios y 774 suicidios. Esto significa que diariamente mueren cinco mujeres por violencia: tres por homicidio y dos por suicidio.
En México, el homicidio ocupa el primer lugar como causa de muerte intencional, a diferencia de los países desarrollados, donde es más frecuente el suicidio.
Sin embargo, el número y frecuencia de los homicidios de mujeres presentan una tendencia a la baja, en tanto que los suicidios tienen un comportamiento al alza.
La ONU, a través de su Asamblea General, ha ejercido de manera permanente un liderazgo en el esfuerzo mundial por la erradicación de la violencia contra la mujer.
Su histórica “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer” (resolución 48/104) propone el marco para el análisis y la acción en los niveles nacional e internacional, y la resolución A/61/122/Add.1 resalta la inaceptabilidad de todas las formas de violencia contra la mujer, además de que fortalece el compromiso político y los esfuerzos conjuntos de todos los países interesados en prevenir y eliminar esta violencia
