¡Hablando Claro!
Por: Ramón Pérez Gutiérrez.
El uso de la voz, la facultad analítica de las personas es algo que se debe cultivar a diario y no debe ser reprimido por persona alguna, entendiendo también que podrá generar opiniones diversas.
La descalificación del pensamiento diverso, la discusión, las diferencias y la cerrazón son inadmisibles.
Una democracia se construye haciendo acuerdos, articulando redes de contacto, comprendiendo las diferencias, el respeto y la tolerancia son un factor importante para lograr el equilibrio y no imponer una mayoría simulada.
En una democracia todas las personas tienen los mismos derechos, nunca será obligatorio tener la misma opinión. Una sociedad debe ser diversa, multicultural, globalizada y libre, necesita de cierta resistencia, y reflexión.
La ciudadanía a través de organismos, leyes y procesos debe incidir, actuar, responder limitar, acotar moderar y poner freno a las diversas tentaciones del poder; para evitar caprichos, ocurrencias, antojos e impedir que los recursos públicos se ejerzan bajo criterios personales y de grupo.
Expresar ideas desafiantes es complicado, no estar de acuerdo con lo que otros piensan suele ser mal visto. En redes sociales se silencia a través de granjas de bots a quienes no concuerdan con una visión, deslegitimando su derecho a disentir, quitando la posibilidad de intercambiar ideas o de dialogar.
Por lo tanto, una de las formas de expresar nuestro derecho a disentir es a través de la participación de la ciudadana en cualquiera de sus formas, ya sea escrita, por medio de la voz, en redes sociales o distintos medios de comunicación o a través de las distintas formas de expresión artística. evitando siempre la descalificación, diatriba, censura y los daños a terceros.
*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.