LA DEMOCRACIA DE PARTIDISTA
Por: Edgard Saúl Díaz Aguirre
Hablar de política en estos momentos, no solo es, desde mi punto de vista, una soberana obligación para quienes incursionamos en el ramo de la opinión , de la crítica que pretende construir, pero sobre todo, del análisis de los sucesos que plagan los acontecimientos trascendentales de la vida política y social de Colima, solo hace unos días los partidos políticos se han dado a la tarea de escudriñar dentro de sus entrañas, a los que consideran sus mejores cuadros que los puedan posicionar en una contienda electoral que ya se encuentra a la vuelta de la esquina, democracia , popularidad, rentabilidad, son algunos de los requisitos que han vitoreado a los cuatro vientos los líderes de los diversos institutos políticos, sin embargo, lejos, muy lejos se encuentran de esas aspiraciones, las decisiones copulares han sido su práctica sistemática, su modo de ver la democracia, su mejor aliado para imponer a quienes más les conviene y sirve a sus intereses de grupo, esto no quiere decir que algunos de los designados sean personalidades que no reúnan los elementos suficientes de capacidad, honradez, vinculación con la sociedad y sobre todo rentables a la hora de que la sociedad emita su sufragio, sin embargo la forma es fondo, cuidar las formas para que el fondo tenga y mantenga sustancia específica, y ante los ojos de una sociedad cada vez más informada, más crítica, más involucrada en lo que acontece en la vida política de nuestro estado se convenza de que efectivamente, y sin ninguna duda que los partidos políticos han dado ese paso importante de democratizarse al interior, lo que ocasionaría que el sistema partidista salga fortalecido y recupere sin lugar a duda la credibilidad perdida, precisamente por esas prácticas desafortunadas, que lejos de fortalecerlos a la luz pública , los debilita y los pone de entredicho, arriesgando con ello su futuro inmediato .
Es menester, desde mi óptica, que los partidos políticos atiendan a sus bases, a sus orígenes, a los postulados democráticos que son y serán sus cimientos y que les dieron vida y sustento, forma y rumbo, con el afán de reencontrarse consigo mismos, enfrentarse y despedazarse en una contienda interna, de convocatoria, de acercamiento a sus militantes, que corran el riesgo, por el riesgo de democratizar sus prácticas , sin temor a que unos se vallan y otros se queden, seria por el contrario de lo que se piensa, una gran oportunidad para depurar sus filas, de saber quiénes son los verdaderos militantes, quienes realmente les interesa el crecimiento de su partido , puesto que en los juegos de la política y más aun de la democracia, quien no esté dispuesto como militante o como partido político a correr los riesgos a los que me he referido, entonces que le digan adiós a la política pues su permanencia en la misma solo lograra dañar los postulados y la imagen del instituto político a quien representan .
Ojalá el tiempo no los rebase, ojalá que recompongan el camino, la sociedad colimense lo merece, los partidos políticos lo merecen, México lo merece, ya no es tiempo de estancarse y crear hombres únicos y providenciales, es tiempo de regalarle a la sociedad, un sistema de partidos digno, coherente con lo que dice y con lo que hace, pero sobretodo un sistema de partidos que garantice y vislumbre una contienda electoral con hombres y mujeres verdaderamente surgidos de las bases mismas de cada instituto, surgidos de una elección interna, es la única forma de tener candidatos con fuerza, con aceptación, con rentabilidad, el resultado, será por cierto, una elección de participantes verdaderamente vinculados con sus electores, que satisfaga, ineludiblemente el hambre y la sed de quienes tienen hambre y sed de esa forma que fortalece el fondo y que , por supuesto, satisfaga a la mayoría de quienes buscan una mejor opción, pero también se reencuentren con el verdadero camino hacia la democracia .
PD.- Quien no atiende los cimientos, se le cae la casa.