*El velocista jamaiquino se impone en los relevos de 4×100 junto con su equipo y suma su noveno oro en Juegos Olímpicos.
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Río de Janeiro.- Usain mira en la lejanía al viejo Asafa Powell, aquel velocista estrella de Jamaica que un día llamara la atención a un joven Bolt que perdía más el tiempo en las calles que en la pista. El jalón de orejas –y otras cosas- llevarían a Usain a convertirse en el hombre más rápido del mundo. Bolt y el viejo Powell sumaron su primera medalla juntos en el lejano Beijing 2008, cuando Bolt tenía 22 años. Y lo repitieron en Londres 2012.
Ayer, ocho años después y con las piernas aún respondiendo, ambos se aparecieron en el cuarteto jamaiquino en los 4×100. Los otros dos fueron Blake y Ashmeade. Fue la despedida de los dos, fue la novena presea del mito llamado Bolt, aquel que nunca perdió una carrera en Juegos Olímpicos.
Bolt dice adiós al olimpismo con un registro en equipo de 37.27 segundos, con la odisea de haber sumado nueve medallas, todas de oro, en las pruebas de 100, 200 y 4×100 en tres ediciones de Juegos Olímpicos. Y en todas ostenta el récord del mundo. Ayer se fue como llegó, sonriendo, jugueteando y llegando a la meta siempre adelante.
La sorpresa fue para el cuarteto de Estados Unidos, integrado por Rodgers, Gatlin, Gay y Bromell, que fue superado por unos japoneses que no creían en lo que habían hecho. Mayor sorpresa fue que al final el USA Team fue descalificado debido a que Gay entregó la estafeta a Bromell fuera de la zona; el bronce quedó en Canadá, donde corrió Andre de Grasse, también medallista en los 100 y 200 metros.
Ayer Powell comenzó la fiesta de despedida. Arrancó en la primera curva y pasó la estafeta al recuperado Yohan Blake, quien perdió fracciones de segundos. La explosión de Ashmeade recuperó terreno y entregó la estafeta, la última, a un Bolt inquieto, acelerado. Y allá va, sin rival que le haga sombra, como lo fue en su paso por el olimpismo.
Aska, el japonés, se impondría en el último tramo al estadunidense Bromell, quien ante la angustia de verse perdido terminó de bruces en el piso.
El cuarteto de Jamaica bailó, se abrazó y realizó un rezo, dando también la oportunidad a Bolt para que lo hiciera en solitario. En el estadio, donde lucen las estatuas del cuarteto Garrincha/Nilton/ Zagallo/Jairzinho, los cariocas recordarán que vieron despedirse al hombre más rápido del mundo.
Con información de REUTERS