El régimen de partidos en México: ¿Necesario?
Por: Luis Ávila Aguilar
Existen diferentes clasificaciones para identificar a los sistemas de partidos políticos en la democracias y la no democráticas, también modernas, desde partidos de masas, cuadrados, de izquierdas, derecha, nacionalistas, totalitarios, de partido único, bipartidistas, entre muchas que podemos destacar, bastase consultar a Duverger quien nos presenta toda una tipología del sistema de partidos.
En Estados Unidos por citar algunos de los ejemplos, el juego del poder se encuentra centralizados en un sistema de partidos que regularmente le apuesta a la alternancia política, bajo un bipartidismo representando por los demócratas y los republicanos, de derecha más últimos que los primeros, pero al fin de derecha ambos.
En Cuba, caso extremo que el anterior, el partido comunista significa una mera mascarada para justificar la existencia de una dictadura de izquierda que se sustenta ideológicamente en el socialismo para perpetuar así desde 1959 la dictadura castrista, hoy en manos de Raúl Castro, pero con el poder de facto en manos del ya mítico Fidel.
En México a diferencia de ambos, nuestro régimen es un sistema pluripartidista, que persigue en teoría, la participación de todas y cada una de las expresiones ideológicas partidistas, en donde el principio de mayoría prevalece, pero que da voz y voto a las minorías bajo el principio de la plurinuminalidad, en búsqueda del alcance del ideal de la democracia.
Pero bueno, lo anterior es el ideal de nuestro sistema democrático, cabria preguntarnos qué tan efectivo a resultado la existencia de un sinnúmero de partidos políticos que viven a expensas del presupuesto a costa de la necesidad económica de millones de familias que no alcanzan a satisfacer, siquiera lo mínimo indispensable para bien vivir.
Partidos políticos de familias que viven del erario público gozoso, que proporcionan las cámaras legislativas, ya que se la pasan de la de senadores, a la federal, de los estados y en alianzas políticas con partidos políticos fuertes al mejor postor, para gozar de las cuotas que proporciona nuestro sistema “democrático” pluripartidista.
Lo anterior a reflexión por la inminente, me parece a mí, autorización del registro del partido político “Morena” que pretende contribuir, según su dueño Andrés Manuel López Obrador, a la construcción de una democracia nacionalista. Ya estuvo en tanto en Colima e impuso de la forma más antidemocrática a su candidato a gobernador. Considero que es tiempo de iniciar a reflexionar sobre la conveniencia de la existencia en México del sistema plural de partidos, ejemplos del alto costo político y económico sobran…
El analgésico social, mencionado en mi anterior colaboración llego, ganó México, calificó a octavos y el sueño continúa…