ANÁLISIS

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Por: Luis Avila Aguilar    

La Equidad de Género: ¿Por decreto?

La equidad de género es un tema que cuando se aborda resulta controvertido porque tiene artistas políticas y electorales del cual se puede obtener raja numérica en las urnas a favor o en contra, dada la importancia de la mujer, ya que representa hoy en día, el 51 por ciento de la población en México y casi el 52 por ciento del padrón electoral.

Cuando se toca el tema de la equidad, por los diversos actores políticos en los diferentes espacios públicos de opinión, se cuida y rebusca el discurso para no despertar el sentir femenino que le pudiera ocasionar, a quien lo aborda y en caso contrario se ensalza la participación de la mujer elogiosamente buscando el respaldo popular de este amplio e importante sector de la sociedad.

Pero la equidad de género desde mi opinión, no concluye sólo en empoderar el género por decreto de ley, sino al contrario, constituye una lucha permanente que las mujeres a través de los años han emprendido para lograr la igualdad con el hombre en lo social, familiar, político, electoral, laboral, educativo, libertad de expresión, ámbito productivo, mejoramiento de sus condiciones de vida, entre muchos otros aspectos en donde la deuda con la mujer continua pendiente.

Viene lo anterior al caso, por la reciente reforma electoral, en donde el congreso del estado aprobó que el 50% de las candidaturas a diputados locales sean para las mujeres así como en el caso de los miembros del cabildo, en los ayuntamientos, lo que surtirá efecto durante el proceso electoral del próximo año.

Coincido en lo personal, que debemos impulsar la igualdad de género entre el hombre y la mujer para garantizar en la ley mejores condiciones de vida para este sector vulnerable aún pendiente de igualdad, recordemos, solo por citar un ejemplo, que en nuestro país, la mujer accedió al derecho al voto apenas en el año 1953 y que en la cuna de la democracia, Grecia, la participación de ésta, estaba prohibida al ser considerada como un mal necesario de la sociedad.

Pero hay muchos rubros pendientes en los temas de la igualdad de género en la que pudieran ocuparse los diputados, solo por citar un caso, en el aspecto productivo y laboral, las estadísticas son alarmantes en términos de igualdad, competencia, profesionalización, ingresos laborales e incorporación de la mujer en el régimen de seguridad social.

Insisto en que debemos respaldar el esfuerzo creativo de la mujer y establecer los marcos legales para posibilitar que ésta acceda a mejores niveles de bienestar, lo que no estoy de acuerdo es que por decreto se garantice que necesariamente la mitad de las candidaturas a la representación popular sean para la mujer, que sea el 100% para ellas o para ellos en su caso, pero que se obtengan bajo los términos de competencia política; porque entonces, en caso contrario, los partidos tendrán en un futuro cercano problemas para cumplir este requisito y la sociedad en su caso, mal representada… sino al tiempo.