FELECIDAD ENERGÉTICA
Por Édgar Rodríguez H.
Si la Reforma Constitucional en Materia de Energía aprobada por el Congreso de la Unión y por la mayoría se sus repetidores en los estados de la República, según sus vendedores, permitirá dar un paso decidido rumbo a la modernización del sector energético de nuestro país sin privatizar a las empresas públicas dedicadas a los hidrocarburos y a la electricidad; dará mayor autonomía a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), modernizándolas y fortaleciéndolas sin privatizarlas; mantendrá la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos que se encuentran en el sub-suelo; permitirá que la Nación ejerza de manera exclusiva la planeación y control del sistema eléctrico nacional en beneficio de un sistema competitivo que permita reducir los precios de la luz; garantizará un mayor abasto de energéticos a mejores precios; y estándares internacionales de eficiencia, transparencia y rendición de cuentas; combatirá de manera efectiva la corrupción en el sector energético; fortalecerá el ahorro de largo plazo a través de la creación del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, en beneficio de las generaciones futuras; impulsará el desarrollo con responsabilidad social protegiendo al medio ambiente; atraerá inversión al sector energético mexicano para impulsar el desarrollo del país; y reducirá los riesgos financieros, geológicos y ambientales en las actividades de exploración y extracción de petróleo y gas, ¿ por qué el Peje está triste, encabritado, y su Morena le declara la guerra al Supremo Gobierno?
Mexicanas y mexicanos de poca fe, a lo largo y ancho del país, muy ariscos por tantos palos recibidos por la privatización salinista, no creen que vayan a bajar las tarifas eléctricas, el precio del gas y los precios de los alimentos; ni que vayan a lograrse tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores a 100 por ciento; a aumentar la producción de petróleo de los 2.5 millones de barriles diarios actuales a 3 millones de barriles en 2018 y a 3.5 millones en 2025; y de gas natural de los 5 mil 700 millones de pies cúbicos diarios que se producen hoy, a de 8 mil millones en 2018 y a 10 mil 400 millones en 2025; ni que se crearán cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio y 2 millones y medio de empleos más a 2025; como tampoco se logrará un punto porcentual más de crecimiento económico en 2018 y 2 puntos porcentuales más para 2025.
En tanto la felicidad energética llega a los hogares mexicanos, la dilación del Coordinador del Congreso del Estado, Martín Flores Castañeda, en someter la Reforma Energética a la votación de sus compañeros legisladores, es claro indicador de que no está muy convencido de sus bondades, actitud que contrasta con la respuesta inmediata que a la voluntad presidencial le ha dado la mayoría de las legislaturas locales en el país. Cuando finalmente se dio la aprobación por parte de los diputados locales priistas, parapriistas y panistas, la misma resultó irrelevante por tardía. ¡Lástima Martín!
SE DICE QUE…
*La difamación como arma para descalificar al adversario político al que ya ni el polvo le ven, está en todo su apogeo en Manzanillo, nutrida y alentada por expertos en la materia plenamente identificados con quien se resiste a entender que ni yendo a bailar a Chalma volverá a controlar la alcaldía porteña. Luego que no se asuste ni se espante de los flamazos del fuego que él mismo atiza.
*Tiempo y oportunidad, febrero de 2014, habrá de comprobar de qué está en verdad hecho el todavía dirigente del SUTUC, Leonardo César Gutiérrez.