Por: Antonio Valdés Mejía
Hace unos días leí un artículo emitido por un consejo de 270 organizaciones no gubernamentales de 80 países acerca de las personas que mueren por causa del cáncer y desde entonces mis dudas han sido cada vez más específicas. Resulta ser que en México mueren cada año 38,883 mujeres, 36,846 hombres y 3,630 niños a causa de este mal ¡¡¡casi 80.000 personas!!! Y se diagnosticaron el año pasado 4 millones de nuevos casos de cáncer ¡solo en el año pasado! El tabaco, responsable de 120 millones de decesos en el mundo en el siglo XX, podría provocar más de mil millones de fallecimientos en el siglo XXI. Si consideramos que de las muertes por cáncer más frecuentes son las de “linfomas” (cáncer en los ganglios), me refiero a fallecimientos no diagnosticados porque es extremadamente difícil de detectar, ya que se confunden fácilmente con otros padecimientos crónicos no mortales, como podría ser una congestión nasal o amígdalas, por ejemplo. No estoy diciendo que es la causa por cáncer que más muertes tenga ya que esto le corresponde al cáncer de mama y cervicouterino en mujeres y el de pulmones y próstata en varones, sino que es el de menos éxito de cura, ya que entre el 86% y 90% de las personas que lo padecen fallan en su intento por recobrar la salud.
Me pregunto hasta cuando, ¿hasta cuando dejará el hombre de sufrir por esta causa?, cual va a ser el número de padecimientos y sobre todo cual el de pacientes atendidos, pues ese problema de salud mundial se expande a velocidades enormes, ¿hasta cuándo seremos libres de tal peste?, ¿hasta cuándo haremos conciencia de que necesitamos vivir libres de esta enfermedad?, será hasta cuándo veamos que nuestra vida no se debe de desperdiciar en investigaciones contra la enfermedad sino en curar el corazón, el alma y el espíritu del hombre para evitar complicaciones que derivan en este tipo de enfermedades, si ¿hasta cuándo dejaremos de preocuparnos por la salud física?, necesitamos ocuparnos de la sanidad emocional e incrementar nuestra espiritualidad. Ya que nos volvemos espirituales o mejor dicho “espiritualoides”, cuando nos afecta la falta de salud física o emocional y paradójicamente corremos el riesgo de no desarrollar la parte espiritual porque nos distrae la carencia física y/o emocional y el riesgo es que nos convertimos en artículos con refacciones falsas por correr a un taller no autorizado.
Así que ¿hasta cuando dejará el hombre de sufrir esta calamidad del cáncer físico que se puede convertir en un cáncer espiritual?, y la respuesta está en el principio, en la “Agencia”, de donde salió el modelo original. Deja de vivir en el temor y comienza a vivir como en el origen y vuélvete a tu Diseñador y Fabricante, ósea a tu Creador, pues Él es quien sabe perfectamente cómo funciona el hombre y tiene las herramientas y refacciones originales, así que solo Él sabe cómo darle mantenimiento a nuestro cuerpo, alma y a nuestra vida. Busca a tu Agencia Espiritual Autorizada, ¿Dónde está mi Agencia Espiritual Autorizada más cercana? Déjame decirte que curiosamente no es la iglesia. La Agencia Espiritual Autorizada es Dios mismo y nos da una Garantía Completa por tiempo ilimitado que está inscrita en La Biblia.
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