Por: Jorge Martínez
¡DEL BIEN AMADO AL MALQUERIDO!…
En este extraño mundo del futbol pasar de una aceptación unánime a un desprecio inmediato es muy sencillo, principalmente si los resultados y la fortuna no acompañan al estratega en momentos cumbre, insignes y sobre todo de presión.
Y es que cuando se trata de hablar del timonel de Selección Nacional todos tenemos un punto de vista sea cual sea el resultado y claro, éste se agudiza en la mayoría de ocasiones después de un empate o una derrota ante un combinado endeble, blandengue y desnutrido al cual creíamos mesuradamente ínfimo y subordinado, tal es el caso de Guatemala.
Hoy nadie puede firmar, ni apostar y mucho menos asegurar que México estará en la final de la Copa Oro y no se trata de desprestigio, deshonra o descrédito, sencillamente se pretende auto orientarnos sobre la falsa idea de que México hoy día es incalculablemente supremo a Cuba, Guatemala y Trinidad y Tobago; y si no fuera porque los terceros mejores lugares también avanzan, entonces nuestra apreciación sería extremadamente más cruda.
El conjunto de Miguel Ernesto Herrera Aguirre, “ilusionó” con una entrecomillada contundente victoria contra Cuba por 6-0, donde Oribe Peralta Morones se permitió anotar un hat-trick después de fallar un seven-trick y así sucedió lo mismo con Calos Vela quién no quiso incrementar las cifras al triple teniendo un cheque al portador.
Y si descabellado fue, es y ha sido observar a los nuestros fallar de manera grotesca frente al arco rival en cada partido desde hace meses, adjetivemos como: inconcebible, absurdo, intolerable, incalificable, ridículo, inadmisible, imperdonable y extravagante lo de Giovanni Do Santos, porque eso de celebrar su único gol en este certamen dorado de una forma tan eufórica, vehemente y burlona contra una Cuba desertora, incompetente, sin argumentos, sin técnico, sin médico y con un esquema futbolístico eficientista casi llanero, solo es el reflejo de una insuficiencia aún mayor del ahora futbolista de los Ángeles Galaxy de la MLS.
Y qué decir del juego contra Guatemala donde se suponía iban a deleitar su mejoría pero sobre todo, asegurar la visa a los cuartos de final en esta Copa Oro.
Aún no es momento de convocar a una revolución y menos anticipar el fracaso del “Piojo”, habrá que esperar hasta mañana para saber el desenlace del Grupo “C” cuando Cuba (o pts)se enfrente a Guatemala (1 pts) y México (4 pts) a Trinidad y Tobago (6 pts). El veredicto y sentencia en contra de los responsables, se hará sentir siempre y cuando tropiecen o igualen contra los trinitarios quienes hoy por números lucen superiores a los nuestros, pero en los últimos 5 enfrentamientos se les ha ganado en 3, empatado en 1 y perdido en otro. Hoy en este margen tan delgado de incertidumbre comenzará el juego de las suposiciones, condiciones, pretextos e interpretaciones de cada uno de nosotros, incluso si los nuestros consiguieran el triunfo, la tranquilidad llegaría y se ocultarían algunos detalles en el análisis y entorno del juego.
Les pregunto ¿Somos o no injustos? en los cuestionamientos sobre el estratega nacional, quien desde su fecundación en el Tricolor aun siendo timonel del Club América impactó por su gran futbol, por la credibilidad en sus declaraciones, por su firmeza en su estilo de juego, por sus condiciones mentales de tener un equipo espectacular y goleador, por demostrar ese talante y gallardía requerida para soportar y destacar en el club con más presión del futbol mexicano… todo lo anterior lo llevó a la silla más caliente, ¡el Tricolor!
“Piojo”, hoy no te pedimos desarrolles un futbol espectáculo y artesanal, no es necesario que trates de enamorar a quien incluso no le guste este deporte, hoy en tiempos donde el resultado suele estar por encima de todo, debes pasar por encima de esas grandes estrellas sin brillo que se creen figuras en tu vestidor.
Hoy necesitamos de vuelta ese liderazgo que te caracterizaba y se podía oler aún del otro lado del charco.
¡Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima!