¿A QUIÉN CULPAR POR LA INSEGURIDAD?           

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Análisis Político

Por: Abel González Sánchez

El lamentable asesinato en días pasados del empresario Ricardo Uribe Clarín en el centro de la ciudad capital estremeció nuevamente a la sociedad colimense, trascendió que intentaron robarle un maletín que cargaba por la calle, su muerte provocó irritación y preocupó a la ciudadanía debido a que se trata de un reconocido ciudadano, motivación para que el gobernador tuviera la decisión de hacer cambios de los titulares en la persecución de delitos y la seguridad pública estatal.

El gran problema en nuestro estado es que tenemos algunos partidos y aspirantes políticos sobre todo azules y amarillos muy críticos y tendenciosos, independientemente del problema que es a nivel nacional, pues reiteradamente han cuestionado al gobernador como único responsable político de la seguridad pública, cuando ésta es compartida por los tres niveles de gobierno; federal, estatal y municipal, porque si fuera grilla entonces el hecho le competía más bien al alcalde de la capital, Héctor Insúa, porque precisamente el homicidio ocurrió en el primer cuadro de la ciudad de Colima, área que le corresponde con mayor responsabilidad a la autoridad municipal, si recordamos así mismo ocurrió hace poco el asesinato del ex delegado federal de Sedatu, Jaime Vázquez Montes, hermano del ex gobernador Gustavo Vázquez, hecho ocurrido también en las inmediaciones de los primeros cuadros de la ciudad de Colima y Villa de Álvarez ambos municipios panistas.

Pero la realidad es otra, la verdad es que los alcaldes, los gobernadores y el propio Presidente de la República son igualmente responsables en materia de seguridad, aun cuando la ley federal contra la delincuencia organizada señala que compete exclusivamente a la PGR, es decir federal, pero se requiere de una mayor participación del gobierno estatal y municipios, además de la participación ciudadana, de las organizaciones sociales y empresariales, de las familias y familiares para atender a los hijos de las adicciones, problema que aumenta y detona la violencia en los municipios, pero a muchos alcaldes también pareciera que solo les interesa otorgar más licencias para abrir más bares y tiendas con venta de cerveza a altas horas de la noche y cobrar las horas extras caras para cerrar hasta las 6 de la mañana, y siguir diciendo en las colonias que la seguridad en los municipios le compete al gobierno estatal o federal.

El PRI NO ACUSA A LOS ALCALDES PANISTAS. Es un grave error entre aspirantes y partidos buscar culpables como lo hacen los panistas o perredistas o morenistas, hasta hoy nunca hemos visto que algún candidato priísta, funcionario o dirigente del PRI culpe a los alcaldes panistas, aun cuando tengan en sus municipios los más graves problemas, y menos crítica ha hecho Nacho Peralta como ejecutivo estatal, por el contrario él reconoce su responsabilidad en el ámbito de su competencia, ¿Pero cuál alcalde panista ha asumido públicamente su responsabilidad? Ninguno, los alcaldes todos son igualmente responsables en esta preocupante problemática social que es la seguridad pública. Pero acusar divide, criticar no aporta nada, ningún candidato de ningún partido se acerca a las áreas de seguridad para apoyar esta gran tarea, lo que les interesa es cuestionar en público o en las colonias para sacar votos, aunque saben que es mejor ofrecer proyectos y alternativa que convenzan para ganar, la crítica solo provoca más incertidumbre y preocupación ciudadana. Colima a pesar de los altos índices de homicidios entre las organizaciones criminales continúa su marcha económica y social, pero sí hay preocupación, por esto las cámaras empresariales y ciudadanos marcharon buscando una luz por Colima exhortando más esfuerzos de todos por la seguridad.

Por tal motivo debería hacerse ya un pacto entre partidos y candidatos para que el tema de la seguridad pública en esta campaña política rumbo al 1 de julio del 2018, sea más armónica y en paz y se dejen de buscar culpables, ya que los estudios psicológicos de la mayoría de los delincuentes jóvenes que roban para consumir drogas son hijos cuyos padres no tuvieron el cuidado de formarlos como personas de bien o son descuidados por sus familiares, allí en las familias y en las escuelas deberían enfocarse más las baterías las dependencias para atender la problemática a largo plazo sobre la inseguridad.