El Presidencialismo y el Poder del Dinero

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Por: Mario Acevedo Manzano

La única fuerza del presidencialismo actual es el poder del dinero a partir de la disposición de la mayor parte de los ingresos fiscales a cargo del gobierno federal al concentrar el mayor ingreso-gasto de los recursos fiscales, le explico más lo anterior estimado lector, es necesaria una reforma fiscal federal para avanzar en el desarrollo económico, no hay duda, no queda de otra, o se reforma la manera de la distribución del gasto público nacional o están condenadas las entidades de la Republica a recibir migajas del gobierno Central y a vivir en el atraso económico.

La actual Ley Federal de Coordinación Fiscal hecha en los años setenta en el principio del régimen de José López Portillo concentra en el gobierno federal la mayor parte de los ingresos fiscales, a grandes números, la federación se queda con el 80% y todas las entidades de la republica únicamente reciben el 20% ¿a qué se debe esa inequidad? Pues nada más y nada menos que a un poder presidencialista centralizador en donde se concentra, tanto el poder político como el poder económico, en el Presidente de la Republica si bien, el poder político se le ha disminuido al presidente, no es así con el poder económico del ejercicio de gasto público, el presidencialismo sigue ejerciendo el poder del dinero y ¿Qué pasa con los gobiernos estatales? Como es el caso del gobierno de Colima en donde el 95% de los ingresos estatales son de aportaciones del gobierno federal, lógico, no existe un desarrollo regional en donde el gasto público estatal fomente el desarrollo económico, por la sencilla razón de que no cuenta con recursos económicos suficientes para realizar inversión pública para lograr el desarrollo económico estatal.

Las condiciones políticas, económicas y sociales actuales de Colima y del país no son las mismas de la década de los setentas, por ello, se debe hacer una auténtica reforma fiscal en donde las entidades de la republica puedan administrar parte de los recursos fiscales que se recaudan en su territorio, para de esta forma, propiciar un verdadero desarrollo regional, en específico, es necesario que las entidades de la republica hagan uso de los impuestos recaudados en su territorio y el gobierno federal debe distribuir a cada entidad parte de lo que cada entidad recaude en su territorio, o sea, de todo lo recaudado en el Estado de Colima, la federación debe regresar una parte suficiente para hacer obra pública necesaria para lograr un desarrollo económico estable y competir con otras entidades en la atracción de inversión privada en territorio estatal. Lo anterior nos lleva a establecer nuevos convenios de coordinación fiscal Estados-Federación en donde cada entidad convenga con el gobierno federal nuevas condiciones de distribución de los impuestos generados en cada territorio estatal.

En el Convenio actual que las entidades federativas tienen con la Federación es una abdicación de la soberanía estatal a favor del gobierno federal para que únicamente este, recaude los principales impuestos como son ISR, IVA e Impuestos especiales en cada territorio estatal, el formato de convenio es marco de referencia para todas las entidades del país, cuando, cada entidad debe convenir con el gobierno federal lo que a cada una convenga a sus intereses, repetimos, el presidencialismo avasallador del último tercio del siglo pasado, puso de rodillas a los gobiernos estatales ante el gobierno federal cuando existía el PRI como Partido único hace cuarenta años, ahora con un Congreso Federal con representación nacional independiente del poder ejecutivo, bien se puede reformar la ley federal de coordinación fiscal para hacerla más equitativa en la distribución de los recursos fiscales, lo interesante de esto es si los diputados federales que representan a las entidades en el Congreso Federal se atreven a quitarle el poder del dinero al Presidente de la República o continua el gasto publico concentrado en el gobierno federal. Por lo pronto se debería cambiar de inmediato el coeficiente de distribución de 80 y 20 a un 50 y 50 de lo recaudado en cada territorio estatal , para de esta forma, cada entidad pueda disponer de los recursos fiscales suficientes para fomentar el desarrollo económico de cada territorio estatal..

Se dicen muchas falacias en el tema de las finanzas públicas, una de ellas es; los gobiernos estatales no tienen capacidad para administra honestamente el gasto público, en las condiciones actuales de una corrupción generalizada en los tres niveles de gobierno, tampoco la tiene el gobierno federal, otra es: la política fiscal es una manera de distribuir la riqueza y el gobierno federal debe concentrar los recursos para distribuir la riqueza de las entidades que más recaudan a las que menos recaudan, las dos versiones no tienen sustento económico y social, de hecho si existen las bases legales para la fiscalización, verificación y transparencia del gasto público y tato el Presidente de la Republica o Gobernadores tienen obligación de cumplir con las Leyes en la materia, en la realidad, con la complicidad del Congreso federal y Congresos estatales la corrupción continua en la mayor parte del País

Notas cortas

Mantener al actual Secretario de Educación en su puesto, puede representar un costo político elevado para el Gobierno de Nacho Peralta, está en riesgo la estabilidad política del gobierno estatal y no se deben correr riesgos innecesarios ¿o no lo cree así estimado lector?, además, la operación del gobierno debe ser institucional no personal y nadie es indispensable en cualquier cargo del gobierno.