TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día… donde pintar un grafiti es un delito y matar un toro es un arte… donde la forma de vestir se valora más que la de pensar… donde la piza llega más rápido que la policía… donde los animales son más amigos que las personas… y donde no se intenta solucionar los problemas sino convivir con ellos. Texto de circulación libre por internet.

Cuando era niño, mi madre me enviaba al sitio Libertad por un taxi, era una costumbre usada en esa época gracias a la confianza de que quienes vivíamos en Colima, éramos gente que nos conocíamos y que además, nos considerábamos personas seguras, decía ella. Al margen de entender o no,  el riesgo de viajar solo y con una persona ajena a mi familia, para mí representaba un paseo, afortunadamente dentro de esa confianza mi madre confirmaba que fuera algo seguro, “ve con Chava, (Salvador Barragán, q.e.p.d.) le dices que si viene”. Don Chava era un hombre sencillo, servicial y buen amigo, decía mi padre, su esposa, Doña Felipa, (q.e.p.d.) mujer entregada a su familia, lo apoyaba en todo, un día el tiempo se los llevó.

Indudablemente problemas y gente de todo tipo siempre han existido, solo que hoy las formas de escapar a  la realidad son muy distintas a las que yo conocí de niño. Mi abuela decía, “como no se ponen a trabajar en lugar de irse al trago”, refiriéndose a las personas que ante cualquier problema buscaban lo que para ella representaba una salida fácil, el alcohol. Con base al censo de 2010 según el INEGI, somos seiscientos cincuenta mil quinientos cincuenta y cinco personas, 327, 765 son mujeres lo que representa el 50. 4% y 322, 790 somos hombres, esto es el 49.6%. De la época que yo hablo éramos 70,000 habitantes, o sea que ya llovió, por lo tanto, aunado a los importantes logros y avances sociales, al crecimiento poblacional y el arribo de personas con costumbres diferentes a las nuestras ha influido, es entendible,  para que los problemas también hayan crecido.

Actualmente algunos automovilistas se mientan la madre verbalmente o con el claxon, solo  porque alguien les ganó un espacio en el estacionamiento, o el cruce en una calle con tráfico excesivo, otros llegan a los golpes o hasta dañan el vehículo de quien “los ofendió”, la gente teme del taxista que ni siquiera responde el saludo cuando es abordada su unidad, andan con sandalias o mal presentados, sonido estridente y música diferente, muy diferente al gusto del pasaje. Que decir de algunos choferes de transporte urbano, que van peleando por el pasaje o el tiempo, y hasta se avientan flores de una unidad a otra, “chin… tu….” “La tuya”, es la respuesta inmediata. Por eso la sociedad ve con buenos ojos que Zenen Campos Beas, Prof. De profesión y dirigente del Transporte Urbano y Suburbano en nuestro estado, haya solicitado a la Secretaría de Salud, a petición y costo de los concesionarios dice, que a partir del 2014 realice un antidoping a los choferes de su gremio a fin de conocer cuál es su estado de salud en ese aspecto. Ojala que quien represente a los taxistas haga lo mismo, dice Juan Domínguez, lector de esta columna,  la sociedad está de acuerdo en viajar lo más segura posible.

 

ABUELITAS:

Échalos al periódico dice mi buen amigo Jorge, y bueno, siempre estoy de acuerdo en contar lo bueno, de tal manera que hoy quiero reconocer a la empresa Bodegas Aurrera que está ubicada en Villa de Álvarez, pues ayer se sumó generosamente a la labor altruista que desde hace 23 años realiza el Maestro Felipe Cortes Campos, al frente del dispensario Casa Hogar del  niño Sergio, en beneficio de madres viudas, divorciadas o solteras y naturalmente de los menores afectados. Lo anterior al contribuir para la posada navideña con un delicioso desayuno, regalos, dulces, etc. para 130 personas, principalmente niños y niñas. Bien por la empresa que colabora en una causa justa, bien por el Maestro Felipe que reafirma su gran sentido humano sin esperar más nada que servir. Felicidades Colima. Es cuánto.