Por: Gustavo López Solórzano
Sin duda es una de esas actividades que todos conocemos y cuyo producto obtenido lo disfrutamos ampliamente. Al igual que quienes la trabajan para producir el delicioso néctar, la apicultura es una actividad discreta que durante muchos años casi pasó desapercibida, si no es porque la miel, el propóleo, la jalea real y el polen, son productos que tienen buena demanda por sus propiedades nutritivas y reconstituyentes. Según el Dr. En Ciencias Biológicas Fernando Calatayud, afirma en relación a la abejas mieleras que, “fue hace aproximadamente unos 100 millones de años cuando comenzaron a divergir de las verdaderas avispas predadoras”. El primer fósil de abeja del que se tiene registro, data de hace aproximadamente 40 millones de años, situación que está ligada ampliamente a la aparición de las flores en la tierra.
Son diez los países que más destacan como productores de miel, Alemania se ubica como el país importador por excelencia, y entre ellos México que tiene un sexto lugar como productor y mantiene el tercero como exportador. La apicultura beneficia a más de 42 mil familias, quienes trabajan en 1.9 millones de colmenas. Actualmente la miel tiene una gran importancia socioeconómica y ecológica en nuestro país, ya que es considerada como una de las principales actividades pecuarias generadora de divisas. Por otra parte, las abejas son fundamentales para un equilibrio del medio ambiente ya que al obtener el alimento de las flores fomentan en las plantas la capacidad de fecundarse. Lo anterior se conoce como polinización cruzada, con ésta, las plantas generan el oxígeno suficiente para la vida y además, aumentan el rendimiento en los cultivos, lo que favorece un incremento en alimentos de origen vegetal, materia prima textil, e insumos agropecuarios.
La Comisión nacional para el conocimiento y uso de la biodiversidad (CONABIO) señala que hay 316 especies de plantas, de las cuales 286 se destinan para la alimentación y 80 como insumos para la industria; aquí mucho ojo, el 80% depende de un polinizador para su producción. Lo anterior me permite comentar que gobiernos de otros países como Estados Unidos por citar un ejemplo, están tomando medidas importantes para cuidar a las abejas y revisar seriamente “los efectos que pueden tener los pesticidas en las abejas y otros polinizadores, ya que han sufrido pérdidas importantes en sus poblaciones en los últimos años”. Mediante un decreto, el Presidente Obama ha solicitado “la implementación de una estrategia global entre las diferentes agencias gubernamentales para proteger a los polinizadores y su hábitat”. En el caso de la Unión Europea, prohibió tres pesticidas de la muy controvertida familia de los insecticidas neonicotinoides debido a que afectan a las abejas pero hoy vendidos en el mundo entero, tristemente incluido México.
Aunado a lo anterior, el cambio climático y otros factores como la deforestación siguen afectando severamente no solo la producción de los productos en los apiarios, sino la vida de las abejas y por ende, poniendo en grave riesgo la nuestra y directamente también a nuestra biodiversidad. Es urgente que sigamos el ejemplo de otras naciones en la preservación de las abejas y todo lo que ello conlleva, es primordial apoyar nuestra apicultura cuidando el medio ambiente, respetando los hábitats que visitamos y consumiendo miel nacional.
ABUELITAS:
Con algunas mínimas excepciones y en muchas ocasiones mal valorados, los miembros de la Policía estatal se ha ganado un reconocimiento social permanente, los elementos que trabajan 24 horas por 24, o quienes realizan labores de seis de la mañana a nueve o diez de la noche, y el personal de turno en cabina, son personas que han asumido el compromiso de servir a la ciudadanía sin distingos. Hace unos días fueron reconocidos por el titular de la dependencia y por el Secretario de Educación, quien destacó el trabajo coordinado entre los elementos policiales para mantener la paz y armonía en los centros escolares y reconoció en ellos la gran labor de prevención y combate a la delincuencia que realizan para dar paz, seguridad y resguardar la tranquilidad de la población colimense. Es cuánto.