TAREA PÚBLICA      

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DEFENSA DEL VOTO

Por: Carlos Orozco Galeana

El Instituto Electoral del Estado confirmó la violación a las reglas del proceso electoral en que incurrió el PAN con el programa de entrega de tarjetas que ha entregado en todo el estado de Colima. Por unanimidad, o sea que no hubo duda en ninguno de los miembros que lo integran, este organismo  instruyó al PAN y a su candidato a gobernador Jorge Luis Preciado, suspender la realización del programa “Vengan esos cinco”, por medio del cual se entregaron tarjetas mediante las que se identificaban a 5 personas, así como cualquier otra actividad o programa que pudiera presumir la coacción a  votantes potenciales por ese partido o candidato.

Recuérdese que el PRI interpuso denuncia en contra de ese partido y su abanderado a la gubernatura del estado, por la presunta irregularidad en la realización de un programa de entrega a personas casa por casa, de tarjetas a través de las cuales tendrían un apoyo económico o en especie, siempre y cuando votaran por su candidato,  infringiendo con esto los principios rectores de equidad en la contienda electoral que pudieran incluso dejarlo fuera de la contienda si cayera en rebeldía. Conociendo los antecedentes de Preciado, esto pudiera ocurrir. Un perdido va a todas.

Con esas prácticas, estableció el IEE que  el albiazul  incumple con la obligación de conducir sus actividades conforme a la ley, “particularmente a lo establecido por los artículos 25, párrafo 1, inciso a), de la Ley General de Partidos Políticos, 51, fracción I y 175, párrafo sexto, del Código Electoral del Estado, además de la presunta violación a la base I, del artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que señala que el fin de los partidos políticos, es promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración a los órganos de representación política”.

Me parece reconfortante que las leyes constitucionales y electorales sean respetadas a instancias de un castigo. Pero la pregunta, ya que se ha suspendido tal práctica ilegal, es hasta qué punto el candidato del Pan ha obtenido réditos que podrían haber perjudicado a sus oponentes y dejarlos en indefensión en la competencia. Me imagino que todos han de estar más que molestos por el afán de Preciado de sacar ventaja indebida en la contienda.

Esta situación es un poco lo que pasó en el foxismo, cuando el expresidente Vicente Fox dijo que había intervenido en la elección que llevó a la derrota a Andrés Manuel López Obrador, ante lo cual el entonces IFE dictaminó que  sí intervino pero no al grado de perturbar el resultado de la elección. Patrañas, pues. Fox metió las manotas que tenía y fue cínico al reconocer que siendo presidente, pudo hacer lo que quiso y evitar la intervención de las autoridades judiciales y/o electorales.

Es positivo que el IEE haya  detenido una acción político-electoral  a todas luces perjudicial para el desarrollo democrático. El candidato panista no reconoce leyes a pesar de que es abogado, su historial registra un sin fin de hechos ilegales que no han tenido castigo. Ha sido impune y es importante ponerle un alto y castigarlo ejemplarmente. A ningún partido o candidato debe permitírsele los artificios fuera de la ley.

Tratar de quitar la opción de elegir libremente a los ciudadanos es un acto criminal, vergonzante; constituye una falta de respeto y de ética política. Es no reconocer que hay leyes y autoridades que arbitran una actividad en beneficio de la colectividad. Coartar esa libertad solo porque las personas sobre las que pretende influir tienen baja escolaridad, y por ende necesidad económica, es  pugnar por los intereses personales y partidistas y ponerle una bomba de tiempo a la participación ciudadana, en declive muchas veces por el comportamiento irregular de los políticos y los partidos.

El voto debe ser respetado para construir una sociedad más madura, responsable y participativa. Jorge Luis, que no tiene ideales ni respeto por los ciudadanos, va en dirección contraria, haciendo lo que le place, pasando por encima de todos sus competidores. Ya López Obrador lo calificó maravillosamente y su oponente del Movimiento Ciudadano también lo ubicó en su lugar.

No se vale trampear en algo  tan sagrado como  la voluntad de la gente. Solamente con el uso del derecho en forma responsable se  fortalecen las instituciones. Ha de alentarse el juego limpio y, por otro lado, fomentarse el respeto hacia las leyes y los ciudadanos.  Las nuevas generaciones deben presenciar, para que crean en el  derecho, actuaciones dignas, oportunas y enérgicas de las autoridades en general. Hay que cuidar la democracia de sus enemigos como Preciado, y  poner un hasta aquí a quienes no respetan la vida cívica y buscan satisfacer solamente los intereses personales burlando a todos.