VIRGILIO, ASPIRANTE
Por: Carlos Orozco Galeana
Conocí a Virgilio allá por el año 2001, justamente al inicio de la administración del entonces alcalde manzanillense Rogelio Rueda, de quien fue secretario particular. Poco tiempo duró como tal y emprendió una participación en el partido ADC, y después aterrizó en el Pan. Tres partidos apreció en poco tiempo, pero este último le brindó la oportunidad de trascender de la mano experimentada de Nabor Ochoa López, quien lo ubicó como director de desarrollo social del ayuntamiento para luego de ahí, de este padrinazgo, despegar solo el vuelo hasta ser alcalde del puerto dos veces. Y esto es todo lo que hay en su expediente personal.
Virgilio es, digo de entrada, una persona agradable que sabe entrar en diálogo con cualquiera y con rapidez. Es político, pues, tiene sensibilidad y don de gentes. No es una persona que destaque por su alto perfil ideológico porque se acomoda en cualquier gancho filosófico, es pragmático a más no poder y lejos está de ser un intelectual encumbrado.
Pero es un hombre fundamentalmente audaz. Este es su mérito principal. Ha estudiado al priismo y seguro que ha detectado sus fallas y luego ha aprovechado ese conocimiento para perfilarse mejor entre los ciudadanos. Es amigo de muchos priistas, e incluso hay los que apuestan a que tiene entendimientos más allá de los amistosos con ellos, pero lo que pasa es que Virgilio ha sabido trabajar en un ambiente de cordialidad con sus opuestos tricolores, a sabiendas de que si no fuera así, estaría fracasando en sus intentos por hacer un buen gobierno municipal. De tonto no tiene un pelo.
Virgilio tiene anidado en su corazón un acendrado populismo- paternalismo que le nació cuando ocupó la cartera de desarrollo social, pero eso mismo es una de sus debilidades pues saber gobernar no es solo regalar láminas de cartón despensas u otros materiales a personas que lo necesitan. La gente vota por un alcalde para que transforme un municipio y ejecute políticas que le den consistencia, equilibrio, progreso. El populismo a ultranza desempareja las finanzas. ¿Ya preguntaría Virgilio en alguna encuesta si los ciudadanos están de acuerdo con su gobierno asistencialista que inhibe el esfuerzo y la iniciativa de los ciudadanos?
La gente en los municipios está acostumbrada no solo a exigir servicios públicos sino también otro tipo de apoyos en especie o en dinero, de hecho la autoridad identifica rápidamente a quienes se dedican habitualmente a esas prácticas, y entonces hay el riesgo de que los impuestos ciudadanos financien a personas que sí tienen recursos y que pueden solventar sus requerimientos sin el auxilio de la cartera municipal. Virgilio, sensible, como que se ha pasado de la raya y dispuesto de recursos que quizá podrían orientarse a resolver otro tipo de problemas más que a sufragar necesidades individuales.
Es altamente probable que Virgilio sea el candidato de Acción Nacional a la gubernatura, pero pienso que solo sería competitivo en Manzanillo y en la zona conurbada Colima Villa de Álvarez, en donde el PRI podría oponerle un candidato o candidata que equilibraría su ventaja aparente.
Y digo que es altamente probable que Virgilio gane aquella posición porque su otro rival anda haciendo castillos y seguro que está más interesado en los negocios y otro menesteres más alejados aún de las inquietudes populares, que en buscar el apoyo para sus aspiraciones.
En síntesis, poca tela de donde cortar en el Pan. Tiene militantes que podrían ser también competitivos. Está Leoncio Morán que, aunque ya pasó sus tiempos mejores, mantiene capital político. Esmeralda Cárdenas es por igual otro cuadro que podría aprovechar este partido. Y desde luego que habría unos cuantos más, como la diputada Gina Rocha, que están haciendo un esfuerzo importante para seguir participando en las ligas mayores de la política local.
Pero la pregunta más importante es la de si puede ser un competidor fuerte para el PRI en Colima cuando no tiene a uno de los suyos en la presidencia de la república. Con argumentos, un priista dijo que si el Pan no ganó la gubernatura con Fox y Calderón como impulsores, menos ahora que está abajo y con Morena pisándole los talones en las preferencias electorales para integrar la Cámara de Diputados. Además de los escándalos de sus próceres Villareal y amigos, y el de Jorge Luis Preciado con su castillo medieval.