TAREA PÚBLICA

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GOBERNABILIDAD EN COLIMA

Por: Carlos Orozco Galeana

La gobernabilidad es la capacidad que tiene un país o estado políticamente organizado de dialogar y llegar a acuerdos, realizar un proyecto de desarrollo canalizando por la vías de las instituciones las diferencias normales que surgen entre todas las personas a lo largo de la convivencia para lograr estabilidad, desarrollo económico, respeto al estado de derecho y a la dignidad de cada ciudadano.

Mantener esas condiciones en términos providenciales es labor de todo régimen que se precie de ser democrático y trabaje por el bien general. A este fin han de orientarse los esfuerzos de los servidores del gobierno en una acción inteligente, eficaz, persuasiva en el marco de la legalidad, la transparencia y la pluralidad. No hay esencia democrática sin atender principios consubstanciales a los derechos humanos.

Situándome en Colima, una de las contribuciones más valiosas que ha efectuado el gobernador Mario Anguiano a lo largo de su mandato es precisamente esta: ha respetado la dignidad y los derechos de los ciudadanos. Si hay que darle para atrás a alguna idea o un proyecto por no tener consenso, pues va para atrás como en el caso de los chalecos. No hay problema. Un botón de muestra más: como hubo un movimiento contra la edificación de un templo en la colonia Lomas Verdes de la ciudad de Colima, y no obstante su catolicismo, Mario dialogó con los interesados y rectificó evitando una confrontación entre personas que protestaron y la jerarquía eclesial, lo que probó su sensibilidad. Tres casos más donde imperó la negociación fueron los del proyecto de construcción de las vías del tren en Manzanillo, el asunto de los campesinos de Zacualpan que no querían ninguna mina allí y el de los limoneros, asuntos todos que se procesaron cabalmente con el diálogo de por medio y teniendo como referente importante al secretario de gobierno Rogelio Rueda, quien demuestra cotidianamente su capacidad conciliatoria y de servicio.

En efecto, MAM cuenta con un colaborador eficaz en su secretario Rogelio Rueda, bien conferido para debatir, dialogar y resolver problemas, que es lo que cuenta finalmente en política. Rogelio participó en el análisis de varios conflictos y contribuyó junto con el rector de la U. de C. y el propio Anguiano Moreno, quien lo destrabó finalmente, a disminuir la confrontación universitaria por el tema Fosap, demostrándose en este asunto que el régimen actual responde más a intereses sociales y no impone criterios. Además, RRS actúa apegado a su jefe el gobernador siendo fiel a su partido, en el que milita desde hace 30 años. Es, pues, un priísta leal, comprometido y confiable por sus méritos y sus antecedentes.

Es en este ambiente preelectoral en el que se afianza la gobernabilidad en Colima como elemento asociativo, de unidad y entendimiento al que contribuye Rogelio con sus buenos oficios. La buena gobernación no administra problemas o los difiere, los resuelve dando a cada cual su parte. Rogelio está entrenado para este proceder.

El proceso de sucesión es básico para anotar las fortalezas de cada quien para discernir mejor. Los competidores reales de Rogelio por la nominación, Ignacio Peralta Sánchez y Federico Rangel Lozano, tienen cualidades múltiples y son aceptados,   pero su posición actual, enriquecida por su participación resolutiva en una diversidad de problemas es un plus a su favor y le podría significar ventaja, principalmente ahora que hay una definición de “interés político compartido” en la sucesión 2015. Estar en el terruño es otra ventaja para RRS. En trabajo posterior, me referiré a los otros dos aspirantes.

Muchas otras cosas se expondrán en relación a este tema, pero vale la pena anotar cuáles son nuestros criterios respecto al mismo, ya que esto servirá para que los ciudadanos tengan más elementos de juicio y disciernan en libertad sobre lo más conveniente para Colima.

FACEBOOK: CARLOS OROZCO GALEANA