TAREA PÚBLICA

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UN NOBEL PARA EL PAPA FRANCISCO

Por: Carlos Orozco Galeana

El Papa Francisco figuró entre los 20 posibles candidatos entre 273 personas nominadas inicialmente para obtener el Premio Nobel de la Paz en 2015, e integró por tercer año consecutivo la lista final de postulantes. Fue propuesto por organizaciones nacionales e internacionales por tender puentes de diálogo entre Estados Unidos y Cuba para que pudieran  restablecer relaciones diplomáticas tras más de 50 años de bloqueo norteamericano, tensiones y peligros de intervención armada.

Este  premio se atribuye, como se sabe,  a “la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”, y desde que fue instituido por Alfred Nobel en 1895, ningún Papa se ha adjudicado la distinción.

Antecedentes: Hace un año, destacó en la lista por el Nobel de la Paz el diputado noruego Abid Raja, el religioso católico y luchador por los derechos de los migrantes africanos Mussie Zerai, y el jurista español y presidente del Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, Federico Mayor. También fueron propuestos los médicos africanos Zainab Bangura y Denis Mukwege, luchadores contra la violencia sexual en los conflictos armados en ese continente y el artículo 9 de la Constitución japonesa, que prohíbe a su país entrar en guerra.

Desde su elección, el Papa  Francisco ha aparecido en forma ininterrumpida en las listas de los preferidos a adjudicarse el Premio Nobel de la Paz. Las apuestas posicionaban a figuras como Angela Merkel y ePapa Francisco como los principales candidatos. Sin embargo, el gran ganador de ese año fue… ¿el Cuarteto para el Diálogo Nacional Tunesino?

Todos los personajes  nombrados son gente de altos méritos, sin duda, pero  ninguno de ellos se ha distinguido como el Papa en su afán de promover la paz entre las naciones. Por donde se pare, él ha dejado una huella indeleble con el mensaje de Cristo de que los hombres deben respetarse y mirar  a la concordia  haciendo  el bien. No es posible que mientras hay tanta hambre en el mundo, las potencias piensen prioritariamente en su industria armada y las ganancias que proporciona. No es posible que persista la migración internacional porque en muchos pueblos  solo hay opresión,  muerte y fomento de la guerra. Siria es el caso más ejemplar. Por órdenes de su dictador, han muerto casi 300 mil personas, casi medio Colima, y los oficios por la paz de la ONU han fracasado.

El Papa lleva meses clamando por el freno de la violencia y las guerras que solo dejan tristeza y miedo. Ojalá se le escuche. Ojalá y las Naciones Unidas, organizadas dizque para equilibrar la situación en el mundo, profundice en sus esfuerzos y los dictadores, que son asesinos y no otra cosa, cesen en sus acciones y se les castigue por genocidas.

Pero vuelvo al tema del Nobel. El Papa Francisco  ha hecho  un pontificado sacudidor de conciencias.  Abraza y promueve el perdón para las mujeres que se arrepientan durante el año del jubileo que comenzó  en noviembre pasado, acerca a los divorciados vueltos a casar para que se arrimen a la iglesia, no juzga a los homosexuales, ha promovido investigaciones para  que se juzgue a pederastas y separado obispos por incurrir en acciones ilícitas de corte sexual; pugna porque los gobiernos realicen programas de empleo para jóvenes,  ha abaratado los trámites para el divorcio eclesial si se cumplen ciertas condiciones y ha creado una comisión para analizar la incorporación de diaconisas al servicio de la Iglesia. Estas acciones impactarán positivamente  en el mediano y largo plazo.

Mi apuesta es por el Papa Francisco para lograr el Nobel en este 2016. Si se le entrega en octubre de este año,  incrementará sus altos méritos ya ganados en poco menos de tres años de su responsabilidad. Por cierto, al abrir las propuestas en febrero, se apuntó su  candidatura por sus  esfuerzos “ecológicos” y su lucha contra “el consumismo y la codicia”. El Papa es ¿ a poco no ? el amor mismo hecho persona.