DOBLE LOGRO, DOBLE RESPONSABILIDAD
Por: José Luís Santana Ochoa
La panista presidente municipal electa de Manzanillo para el trienio 2015-2018, Gabriela Benavides Cobos, además de su contundente victoria electoral del domingo 7 de junio de 2015, se ha anotado otra para ella tanto o más significativa y trascendente, de la que apenas hace unos días fue notificada por su ginecólogo: está felizmente embarazada. El nacimiento de su primogénito (a) tiene como fecha programada los primeros días de la primavera de 2016, por lo que cuando tome posesión como alcaldesa del municipio capital económica del estado que alberga el puerto más importante del Pacífico Mexicano, el 15 de octubre del año en curso, lucirá como toda una mujer realizada a plenitud. El doble logro alcanzado por Gabriela le impone la correspondiente doble responsabilidad, pues a la par tendrá que servirles a los manzanillenses y atender su propia salud y la de su bebé en gestación; después del alumbramiento, más de lo mismo, pero con cambio de pañales incluido.
Familiares y amigos de la futura madre que trabajará como alcaldesa de Manzanillo los próximos tres años, recibieron con beneplácito la buena nueva y puestos y dispuestos están a respaldarla para que todo marche bien: la próxima administración y el por ella tan deseado embarazo. A diferencia de los nueve alcaldes restantes, incluida la también panista alcaldesa de Villa de Álvarez, Yulenny Cortés, su paisana por cierto, Benavides Cobos tendrá una doble exigencia, como funcionaria pública y como futura madre. Quienes la conocen seguros están que cumplirá más que satisfactoriamente tan complicado doble rol. Ojalá que así sea.
El interesante nuevo estado de Gabriela la obliga a integrar un equipo de colaboradores hechos y derechos, probados en la toma de decisiones para resolver problemas e incluso anticiparse a ellos, ejecutivos, con agallas para asumir riesgos, pero también dotados de sensibilidad social y prudencia política. Ella sabe que en el equipo conformado por Virgilio Mendoza Amezcua hay cuadros rescatables que mucho pueden ayudarle a cumplir los compromisos instituciones que asumió con los manzanillenses; también, en otras administraciones panistas como la de Coquimatlán, por ejemplo. Los sin iniciativa que se solazan en la dependencia y en la comodidad de recibir órdenes e indicaciones precisas hasta para mover un pie, no la van a sacar de ningún apuro. Si logra allegarse de gente de primera, y les delega facultades, no tendrá ningún problema para compaginar sus roles de presidente municipal y madre; caso contrario, no se la va a acabar.
La enriquecedora experiencia que está viviendo Gabriela Benavides Cobos la hará crecer como persona y mejorar como política y funcionaria pública. En adelante será más sensible, comprensiva, conciliadora y solidaria, de lo que hasta ahora lo ha sido, cualidades que, aunadas a su capacidad profesional, vocación de servicio y atractivo electoral, potenciarán sus posibilidades de llegar en el futuro a cargos tan importantes como curules en la Cámara de Diputados y el Senado de la República (2018), y la gubernatura del estado misma (2021). Todo es cuestión de que no se desvíe en su bien llevada hasta ahora carrera política en la que su bebé será una extraordinaria motivación adicional.
Porque así lo amerita, vale celebrar el acontecimiento del embarazo de la porteña Gabriela Benavides Cobos, felicitarla por el mismo y desearle continué con viento favorable hacia su inauguración como alcaldesa de Manzanillo y como madre, grandes responsabilidades mutuamente compatibles. Celebración y felicidades extensibles a su familia y amistades.
EL ACABO
Los tres representantes que los colimenses tendrán en la próxima legislatura de la Cámara de Diputado, la panista Eloísa Chavarrías Barajas; el verde ecologista Virgilio Mendoza Amezcua; y Enrique Rojas Orozco, metidos está ya en el proceso de integración a sus nuevos cargos que iniciarán formalmente el día 1 de septiembre próximo.
Poco se ha reparado que esta vez, para bien o para mal, Colima tendrá sólo tres diputados federales.