PLAN DE AUSTERIDAD
Por: J. Daniel Miranda Medrano*
En días pasados el gobernador del estado Ignacio Peralta, enfatizó que dadas las precarias condiciones en que se encuentran las finanzas estatales, su gobierno aplicará medidas de austeridad que quizá no agraden pero que son necesarias.
Las medidas de racionalización del gasto público han sido una constante reciente en la administración pública en los niveles federales, estatales y municipales. En el sexenio del Presidente Peña Nieto, se estableció desde sus inicios un decreto que instituía las medidas para el uso eficiente, transparente y eficaz de los recursos públicos, y las acciones de disciplina presupuestaria para su ejercicio.
En estos tiempos, los mexicanos al igual que los colimenses, demandan gobiernos responsables que respondan positivamente a las demandas cada vez mayores de la población, a través de políticas públicas que atiendan sus necesidades por medio del uso responsable y transparente de los recursos asignados.
Políticas de austeridad como las descritas fueron los espejitos con los que Mario Anguiano defraudó a los colimenses, pues decía el supuesto economista, que el gobierno debe administrar los recursos de manera eficiente, eficaz y transparente, así como rendir cuentas a la ciudadanía sobre la aplicación de dichos recursos y los resultados obtenidos (sic).
De manera inverosímil también decía el ahora asesor internacional que para lograr lo anterior era requisito fundamental, entre otras medidas, que el Ejecutivo Estatal actuara de manera cuidadosa en el manejo de sus finanzas públicas, bajo principios de responsabilidad hacendaria, de disciplina financiera y transparencia.
Por ello resulta interesante que el actual gobernador Ignacio Peralta retome, ahora sí con seriedad, un plan de austeridad en el manejo de las finanzas públicas. Dadas las condiciones de fragilidad en que heredó la administración púbica, el gobernador en funciones no tenía muchas alternativas más que actuar como ya lo señaló.
Las principales son: Fondo de ahorro para los municipios; esta medida es inédita y responde a la necesidad de garantizar la liquidez en las oficinas de los ayuntamientos, de esta forma, los municipios evitarán caer en muchos de los problemas de siempre año con año. Prohibición de contratar personal que tengan trabajo en otras dependencias; esta situación obedece a que se encontraron a personas que tenían dos trabajos incluso con el mismo horario, lo cual a todas luces es ilegal e inmoral.
Se reducirá el número de vehículos, que serán utilizado como del gobierno y no del servidor público y lo mismo ocurrirá con teléfonos celulares y otros; esta medida además contempla que salvo los que sirvan para seguridad o protección civil, deberán ser resguardados en fines de semana y vacaciones. No se adquirirán inmuebles ni se rentaran nuevos con excepciones estrictamente justificables. Los gastos en comunicación social también se restringirán y cabe indicar que este fue uno de los rublos de mayor despilfarro en el sexenio anterior y que sirvieron para promocionar al mejor gobierno del sistema solar.
Finalmente le comento al lector que Ignacio Peralta tiene un perfil diametralmente opuesto al de su antecesor, que privilegió la equinocracia a la democracia como forma de gobierno, y por ello tenemos confianza en que Colima recuperará paulatinamente el estado de cosas que se vivian con anterioridad.
Mientras que Ignacio Peralta trabajaba en la reforma en telecomunicaciones, su antecesor alimentaba caballos. Por ello los colimenses tenemos confianza en que esta administración será la que recuperará a Colima en todos los órdenes perdidos. Las medidas anunciadas van en camino totalmente opuesto a lo que se hizo en la práctica en la pasada y desastrosa administración.
*Twitter: @jdanie17