Informaron también a la autoridad eclesiástica que dicho grupo pastoral tiene ya 31 años trabajando en la readaptación espiritual, así mismo, en coordinación con la Dirección General de Prevención y Readaptación Social a través del CERESO han contribuido en donde los hombres y mujeres encuentran un camino de luz y esperanza para todos aquellos que habían dejado de lado su religión y que ahora muestran su fe, para así ayudarse ellos mismos y al resto de la población interna.
El titular de esta Dirección General, Eustolio Mendoza Ruiz, agradece a la diócesis de Colima por participar tan arduamente durante todo este tiempo y mencionó que “fortalecer el espíritu de la vida de cada una de estas personas privadas de su libertad, para nosotros es de suma importancia y de gran valor ya que estamos trabajando en todos los aspectos posibles de la readaptación de cada uno de los individuos que aquí se encuentran recluidos”.