Nuevo Liderazgo Sindical

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fotografía de facebook/Ana Isabel.

EDITORIAL

México como muchos otros países viven transformaciones profundas en la economía, política, educación, en cuestiones laborales y hasta en manifestaciones artísticas y culturales.

Sin embargo, nuestra nación ha padecido a lo largo de su historia una serie de agravios hacia las personas que aportan su trabajo día a día, porque los salarios han perdido su poder adquisitivo y las reformas laborales no están para beneficiar a los trabajadores.

Si bien hace más de 60 años aparecieron los primeros sindicatos en México, todos tenían como esencia la defensa y el respeto de los derechos laborales de los trabajadores y efectivamente esta fórmula funcionó durante décadas, pero algunos líderes vitalicios se corrompieron y poco a poco fueron olvidando las verdaderas conquistas y luchas sindicales.

Los mejores ejemplos de esos llamados líderes “charros”, los encontramos en su máximo exponente, Fidel Velázquez quien agrupaba a la Central de Trabajadores de México (CTM) a la mayoría de los mexicanos activamente productivos, a la par y después vinieron otros como el líder petrolero, Joaquín Hernández Galicia “la quina”, seguido de Carlos Romero Deschamps, pasado por el dirigente magisterial Carlos Jonguitud Barrios y culminando con Elba Esther Gordillo Morales.

Precisamente con la aprehensión de la otrora líder magisterial y posterior encarcelamiento, las fuerzas vivas de los maestros se han reagrupado, independientemente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Ahora el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezado por Juan Díaz de la Torre ha enviado señales de cambio en varias entidades del país, por lo pronto en terminar con los caciquismos sindicalistas regionales.

Colima vivió este fin de semana el cambio en la dirigencia seccional 6 del SNTE, que presidía Jesús Villanueva Gutiérrez y que alentó a tres de sus compañeros para tratar de perpetuarse atrás del poder  en las siguientes dirigencias sindicales.

Primero trató de impulsar a Edwin Hernández, hijo de su compadre y socio Aureliano Hernández Alonso, quien siempre presumió su cercanía con la maestra Elba Esther Gordillo, pero que en realidad perdió esa fuerza mucho antes que la maestra fuera encarcelada. El repudió se dejó sentir de los delegados al 23 Congreso Seccional Extraordinario con los 2 votos que obtuvo.

Después Jesús Villanueva con la anuencia de Oscar  Sánchez Cuevas, antiguo líder de esa sección quisieron impulsar a Jesús Ramírez, pero sus allegados se dedicaron a intimidar a la base trabajadora y por ello, solo consiguieron apenas 5 votos en la elección.

Por último, se deseó desesperadamente imponer a Ignacio Carrillo, quien aunque contaba con mucha simpatía al interior del magisterio, aunque consiguió 70 votos, lo perjudicó la cercanía con el propio Jesús Villanueva y la mayoría optó por otra persona.

Por ello, las bases magisteriales desde hace varios meses vieron y sintieron la oportunidad de llevar a la secretaría general a Francisco Javier Pinto Torres, quien apoyado e impulsado por el ex dirigente de la sección 6, Alfredo Hernández Ramos pudieron trabajar para obtener la nominación.

Sin duda, que Hernández Ramos tuvo que tejer fino primero con las autoridades nacionales magisteriales y después ganarles la partida al cacique Aureliano Hernández y al propio Jesús Villanueva, gracias a que su papel como nuevo líder del Partido Nueva Alianza lo acercó al plano nacional y desde luego a la toma de decisiones. Que por cierto, fue fundamental su llegada a ese partido político para darle vida y sobre todo un trabajo real, y que está obteniendo un resultado positivo.

El profesorado vio con buenos ojos desde un principio la candidatura de Pinto Torres como su próximo líder sindical, quien se llevó la nominación con 115 votos, pero es preciso mencionar que mucho ayudó el repudio que los maestros y maestras le tenían guardado a Jesús Villanueva, por su pésima labor al frente de la sección 6.

Francisco Javier Pinto tendrá la oportunidad de su vida, darle la puntilla a los caciques magisteriales, que han lucrado con el transporte como “una prestación” a la base trabajadora del magisterio, seguramente que los maestros y maestras del magisterio lo recordarán con agrado.