MANCERA ARRASA, SE LLEVA 63% DE LA VOTACIÓN

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    Muy por debajo quedaron Isabel Miranda de Wallace (PAN) y Rosario Guerra (Nueva Alianza), quienes captaron 13.61 y 1.23% de la votación, respectivamente. Los votos nulos alcanzaron 1.85 por ciento. El total del cómputo incluyó el voto desde el extranjero. Según datos del IEDF fueron 7,015 sufragios; de éstos, 4,578 fueron en favor del candidato del Movimiento Progresista.

    El consejero presidente del IEDF,¬ Gustavo Anzaldo, aseguró que la elección transcurrió con tranquilidad y de forma ejemplar; detalló que sólo se registraron 107 incidencias menores en 25 de los 40 distritos electorales.

    Sobre la participación ciudadana, estimó que osciló entre 65%, cifra “muy buena si tomamos en cuenta que tenemos el segundo padrón electoral más alto del país; tenemos 7 millones 217,000 y 65% es una muy buena participación”.

    Hace seis años, en el DF votaron 4 millones 777,204 ciudadanos; de esos sufragios, 2 millones 215,147 fueron para Marcelo Ebrard.

    PELEAN LAS DELEGACIONES

    Aunque en Cuajimalpa se perfila como ganador el candidato de la coalición PVEM-PRI, Adrián Rubalcava, la votación está cerrada por estrecho margen con el candidato de la izquierda, Luis Rosendo Gutiérrez.

    El experredista, que va por la coalición Compromiso por México, tiene una preferencia de 36.96%, mientras el candidato de Movimiento Progresista tuvo 35.68% de la votación.

    En Benito Juárez, la diferencia entre el primer y segundo lugar es de .19%; el panista Jorge Romero retuvo 39.63%, y la candidata de la izquierda, Leticia Varela, 39.42 por ciento. Romero suma 95,022 votos y Varela alcanza 94,524. Los separan 498 votos.

    En Miguel Hidalgo, la diferencia favorece al candidato del Movimiento Progresista, Víctor Hugo Romo, con 44.17%, es decir, 92,018 votos; Miguel Errasti (PAN) suma 68,878 votos, 33.06 por ciento. Anzaldo prevé impugnaciones en Cuajimalpa y Benito Juárez “porque la diferencia permite un recómputo”.

    En las delegaciones restantes domina la coalición de la izquierda.

    Fuente: EL ECONOMISTA