Por: Francisco Pérez Medina.
El título de esta columna, es una frase de uso popular que indica, quien la usa, que frente a cualquier obstáculo, las cosas serán porque serán. Hay quienes la expresan cuando quieren transmitir que, contra todo y contra todos, habrán de llevar a cabo una idea. Esto es porque la lluvia, el anuncio de ésta o escuchar que llegará pronto, modifica los planes hechos con anticipación. La mayoría, por experiencia propia o por consejo, deciden modificar sus planes, pues, la presencia de la lluvia, lo menos que te deja es mojado. Sin embargo, hay quienes no cambian y se aferran a pesar de los riesgos que implica empaparse, que crezca el cauce de un río, inundarse, o lo poco -pero al fin posible- probable que estén cerca de una centella o un rayo.
El presidente de la república hizo uso de esta frase en la gira del fin de semana en Boca del Río, Veracruz “…vamos a reiniciar las clases, va a iniciar el nuevo ciclo escolar a finales de agosto, llueva, truene o relampaguee, no vamos a mantener cerradas las escuelas” [AMLO; Excelsior, 24-07-2021].
La postura del ejecutivo en torno al regreso presencial a clases, no ha variado. A pesar de que el país se encuentre en una tercera ola de contagios, él ha insistido que el regreso a clases es algo que sucederá con o sin el aval de nadie. Su decisión está tomada.
Las reacciones han ido escalando con un rechazo casi rotundo, pues, sus seguidores siempre le respaldarán en lo público, aunque en lo privado ya hayan decidido que no enviarán a sus hijos ni los más jóvenes aceptarán acudir de manera presencial ante el peligro que ello implica.
La lluvia de críticas no ha cesado desde que anunció, por primera vez, el regreso a clases presenciales; el magisterio, quienes fueron decisivos para su triunfo electoral, han manifestado su rechazo y sus dudas ante lo que el sentido común les dice: un alto riesgo de contagio entre los infantes y su familia y, sin duda, para ellos. No se trata de que no quieran regresar a clases de manera presencial, es indudable que todos anhelan regresar a la escuela y ya no hacerlo de manera virtual que implica mayor trabajo y tiempo dedicado a la docencia. Sin embargo, a todas luces no es el mejor momento para hacerlo.
Han comenzado los truenos de parte de los padres de familia, quienes han sido claros en que no arriesgarán a sus seres queridos. Se levantó una encuesta, en la que el propio presidente reconoció sus resultados, en la que la mayoría no está de acuerdo en su postura. Pero, en lugar de rectificar y reconocer la realidad, expresó una frase que deja dudas sobre su auto-elogiado humanismo “no me importa que la mayoría esté pensando en no regresar. Yo voy a sostener que es indispensable que se regrese a clases” [ AMLO; Las mañaneras, 29-07-2021]
Los relámpagos, que anuncian una tempestad, han ido apareciendo a lo lejos, pero, como toda tormenta, puede ser que dé tiempo de resguardarse, sacar el impermeable o resguardarse en un lugar seguro o, si su llegada, será inmediata sin oportunidad de sacar el paraguas sin evitar recibir los estragos de una tormenta.
Salida
1.- Ya no es más el árbol de la noche triste; ahora, la regente de la ciudad de México le nombró la “plaza de la noche victoriosa”. Los meme´s no se hicieron esperar; de manera viral, rebautizaron “la noche triste” a la caída del metro en el que murieron más de 26 personas y hasta la fecha no hay responsables ni sanciones.
2.- El presidente tendrá una tercera gira por Badiraguato. No habrá cobertura de los medios de comunicación, pues, será una actividad que desean no trascienda. Aunque la quieran ocultar, no se puede engañar al “pueblo bueno” que sabe perfectamente cuál es el motivo de su presencia.
3.- Para que quede constancia de que quieren un pueblo ignorante, el responsable de los materiales educativos de la SEP, Marx Arriaga, hizo una crítica a la lectura, en la que dijo que, “cuando es por goce, es un acto de consumo capitalista”. Así que cuando usted lea por placer, ya sabe lo que piensan de usted, apreciado lector, los funcionarios de este gobierno federal.