AL DESNUDO
Por: Edgar Rodríguez H.
Al más puro estilo del extinto iluminado Hugo Chávez Frías, quien también en su oportunidad les exigió a sus paisanos venezolanos definirse a favor o en contra de la Revolución Bolivariana y a confesar si estaban con él o en su contra, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha llamado a los actores de la vida pública de México a definirse a favor o en contra de su proyecto de gobierno, a decir si están con melón o con sandía, pues ha sentenciado que las posturas moderadas no tienen cabida en su 4T que él enarbola. Se es o no se es, esa es la cuestión, nada de justos medios ni de imparcialidades.
So pretexto de las opiniones expresadas por intelectuales que no le simpatizan, AMLO aprovechó la ocasión para dividir a los mexicanos en dos grupos: quienes están con él sin cuestionarlo (los buenos liberales) y los conservadores que todo le critican (los malos de la película que tendrá un final trágico). El bando de los buenos 4teístas vs los malos que se resisten a su avasallamiento, la luz (él) vs la obscuridad (fifís, neoliberales y conservas), el bien vs el mal. La geometría política clásica que en una misma línea ubicada extremos izquierdo y derecho equidistantes del centro, y toda una variedad de posibilidades como centro izquierda o centro derecha, etc., no caben más en el maniqueísmo amloista.
“Ahora, con los hechos de Guadalajara, de Jalisco, un intelectual orgánico, Lucas Krause Alamán, tomó partido o, mejor dicho, reafirmó su conservadurismo, y así otros. Qué bueno que se definan, nada de medias tintas, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde, no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas. Se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país. Es tiempo de definiciones. O somos conservadores o somos liberales”, sentenció inapelable un presidente, Andrés Manuel López Obrador, que está haciendo historia, pero de terror.
No hay necesidad de versar sobre liberalismo y conservadurismo, ni meterse en divagaciones ideológicas, para saber qué son y cómo se tragan aunque no se digieran, ambas doctrinas, basta y sobra con saber que quien crea firmemente todo lo que dice, hace y deja de hacer el Mesías tabasqueño, y lo respalda a rabiar, es un liberal auténtico; caso contrario, vil conservador al que le espera el Cerro de La Campanas. Así es que, en adelante, nada de señalarle fallas y reconocerle aciertos a la vez, sino únicamente darle liberales aplausos, aplausos y más aplausos porque él está fuera del alcance de la crítica conservadora.
La reedición de las luchas del siglo XIX, la Segunda Transformación del país desde la óptica de Andrés Manuel López Obrador, nada bueno le traerá al país de por sí ya crucificado por todos los males habidos y por haber: inseguridad, violencia, desempleo, enfermedades y muerte. Cuando se esperaba un llamado presidencial sensato a la armonía y a la integración de los mexicanos para salvar al país, aquel les exige públicamente a los actores de la vida pública de México definir con claridad, sin medias tintas, si están con él o están contra él, al más puro estilo del persa Mani o Manes.
Se dice que…
*“Como historiador, me honra la comparación con Lucas Alamán. Pero como político, Alamán favoreció la concentración absoluta de poder en un líder iluminado, sin libertades y con un ejército potente. No soy yo, presidente, López Obrador, quien se parece al conservador Lucas Alamán”: Enrique Krause.
*Como las libertades constitucionales de pensamiento, opinión y militancia política se suponen todavía vigentes, habrá que seguir ejerciéndolas a pesar del riesgo de ser calificados de conservadores por el liberal López Obrador.
*Por supuesto que los gobernadores conservadores, y otros liberales como los morenos de CDMX y Puebla, no son ningunas peritas en dulce, madres de la caridad ni honestos a carta cabal, pero todos ellos tiene derecho a asociarse, reunirse y expresarse libremente, les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, al padre de la IV Transformación y a sus hijos putativos.
*Como refilón. La marcha convocada por grupos afines al diputado de Morena Vladimir Parra Barragán, no le salió como la esperaba, de entre las pocas 200 personas que participaron para solicitar la renuncia del gobernador Ignacio Peralta Sánchez, le saltó la libre, y algunos manifestantes morenistas también lanzaron consignas contra propio legislador, lo que provocó algunos enfrentamientos verbales entre los organizadores.