Las Amenazas de Griselda

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Por: Mario Acevedo Manzano

Se fincaran responsabilidades administrativas y penales a los titulares de los gobiernos municipales que no cumplieron con el pago de la indemnización al Ejido Salahua por la  expropiación de 10 has. en donde está ubicada la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del Ayuntamiento de Manzanillo, expreso la flamante Alcaldesa electa en un programa radiofónico de una emisora local; haber, haber, vamos por partes, la Planta está instalada en 2 has, sobran ocho ¿Por qué el Ejido no solicita la devolución del terreno no utilizado? Además, el Ayuntamiento de Manzanillo mantiene la posesión por medio de un decreto de expropiación desde los finales de la década de los ochenta del siglo pasado y el proceso judicial continua hasta lograr una sentencia en firme en donde se especifique el pago concreto de indemnización, mientras no exista la sentencia en firme, la autoridad tiene la obligación de proteger la hacienda pública municipal, en caso de que la Alcaldesa electa decida pagar la indemnización sin hacer una defensa jurídica apropiada, entonces, ella es la que puede caer en responsabilidades penales y/o administrativas por su falta de interés en proteger la Hacienda pública municipal.

Un Alcaldesa con ganas de notoriedad pública, Abogados ambiciosos que buscan recibir por honorarios millonadas del Ayuntamiento en detrimento de la obra pública municipal y una hacienda pública disminuida por hacer frente a las necesidades básicas del Ayuntamiento, forman la tormenta perfecta para hacer un escándalo mayúsculo aparejado al revanchismo y venganza de quienes ven en los gobiernos pasados el origen de todos los males de los mexicanos.

Cuentan una anécdota de Don Jesús Reyes Heroles en donde recibe una recomendación para darle empleo a una persona muy honesta con muchos cargos importantes en la administración pública federal y Don Jesús, con cierto dejo de ironía le dijo, ¡bueno, y ha ocupado cargos en donde hay! Queda claro el mensaje, nadie puede presumir de honesto, hasta cuando demuestre ocupar cargos públicos en donde administre recursos económicos y lo haga sin cometer ningún delito.

Hablaremos de la honestidad de Doña Griselda cuando termine su gestión como Presidenta municipal y lo podamos comparar con los gobiernos anteriores, mientras tanto, debe dejar de ver en los gobiernos pasados el origen de todos los males y cuando tenga las evidencias necesarias para procesar a ex presidentes municipales deberá cumplir con su responsabilidad de presentar a los posibles culpables ante el ministerio público y sea la Justicia quien se encargue de ellos.

La actual Alcaldesa de Villa de Álvarez, se la pasó en más de la mitad de su trienio echándole la culpa a los gobiernos anteriores de la falta de servicios públicos y lo señalo como malos gobiernos, según su leal saber y entender, las consecuencias fueron el reclamo ciudadano en donde le exigían dejar de señalar culpables y se pusiera a trabajar  y, a punto de terminar su mandato, le sigue debiendo a los villalvarenses buena cantidad de obra pública municipal.

La Alcaldesa electa de Manzanillo debe buscar la mejor administración pública en favor de los manzanillenses y buscar aliados que le ayuden en su propósito, pelearse con el pasado es cerrar las puertas a una posible colaboración de quienes tienen los conocimientos y experiencia necesaria para hacer de los gobiernos municipales un fuente del desarrollo económico regional y más, cuando Manzanillo como principal puerto del Pacifico y de México puede aportar a todos los colimenses mayores ingresos para los trabajadores y sus familias. (Continuara)…

Notas cortas

El establecimiento en una superficie de 40 has en la zona aledaña a Los Asmoles para establecer un Parque Agroindustrial puede ser un detonante del desarrollo ganadero en Colima, antes de terminar su tercer año de Gobierno Nacho Peralta ya tiene el Parque Arqueológico de la Campana, la recuperación de la Laguna del Valle de las Garzas, remodelación de la calzada Galván norte, el Parque Ecológico de Tecoman y otras obras en la ribera de los arroyos del casco urbano de la ciudad de Colima.