LA PRESENCIA DE ROSY

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Por segunda ocasión en siete meses he tenido la oportunidad de dialogar, al interior del Círculo de analistas, con la diputada federal Rosy Bayardo, mujer joven de un lenguaje preciso, directo, respetuoso y motivador. De ideología   izquierdista, según se califica a sí misma, despliega un discurso coherente, de respeto absoluto a la crítica y a sus adversarios y mantiene la confianza de que está haciendo las tareas que le corresponden en la Cámara de Diputados.

Antes del final de la charla, dijo: “No pelearé ningún cargo en el 2021, solo quiero que se valore el trabajo que hago a la luz de las experiencias y resultados logrados. Por educación familiar, practico valores, siempre los he practicado, no desacredito a nadie y respeto las opiniones ajenas sobre mí a pesar de que sean equivocas. No tengo conflictos de interés en mi desempeño legislativo”.

Muy atenta y ordenada a los comentarios del grupo, una a una, Rosy dio respuestas precisas a todas las preguntas planteadas  y agradeció a los integrantes del Círculo  su interés en conocer su trabajo y su disposición a abordar libremente los temas, pues “estoy frente a profesionales del periodismo con apertura, con mentalidad plural”. Previamente, el coordinador de ese grupo de analistas, Manuel Godina, había expresado que   el Círculo de analistas, por si a alguien le interesa saberlo, “no busca a nadie, no tiene partido y todos sus integrantes son independientes del poder y  tienen autonomía económica”; en resumen, no hay “chayoteros” allí.

En otras palabras, al Círculo lo guía el interés común, el  de difundir y analizar el trabajo de los sectores sociales, saber qué hacen los políticos y como trabajan, cuestionarlos, no aplaudirles porque esta no es la función del buen periodismo.

Pero volviendo a Rosy,  comentó que cursa un diplomado en  políticas públicas y legislación para ampliar su visión y servir mejor a la población y negó que su escasa presencia en medios se deba a displicencia suya sino a que no tiene presupuesto para pagarle a medios informativos  que difundan lo que hace, pero dijo que procurará mejorar en este aspecto.

Habló de su participación en la Cámara de Diputados y citó tres iniciativas  de ley que ha propuesto relativas al uso del agua, al tratamiento de residuos sólidos y al uso de energías renovables, las cuales están en trance de ser promulgadas tras debatirse con amplitud.

Como lo replican muchos de sus compañeros, apunta que el tiempo que lleva Amlo en el poder es corto, que “le dejaron un cochinero” los que se fueron y que a través de las reformas constitucionales está  sentando las  bases para la recuperación del país y beneficiar  a los que menos tienen.

Tocó un punto muy interesante relativo al transporte carretero sobre el que se ha debatido en la Cámara de Diputados, relativo a la circulación de camiones doble remolque y dijo que al interior de la Comisión que trata esos asuntos, se determinó que su supresión tendría repercusiones económicas, desgaste de carreteras, duplicación de automotores, etc. Empero, dijo que hay el compromiso de proponer modificaciones este año para disminuir accidentes.

La diputada federal   explicó que solo piensa en trabajar y dar los mejores resultados, sin distraerse por cuestiones futuristas. Dijo que lo importante será la percepción que sus conciudadanos tengan a la hora de las definiciones y que analizaría cualquier posibilidad de proseguir  siempre y cuando su aspiración esté basada en argumentos reales, como el de haber cumplido la tarea asignada por los ciudadanos.

En efecto, Rosy Bayardo  despliega una agenda legislativa que le impide estar en su tierra como es su deseo. Dijo que seguirá haciendo gestiones ante las secretarias y dependencias federales para solucionar asuntos que le son planteados con regularidad en relación al turismo, al medio ambiente y al transporte, actividades que por cierto conoce al dedillo por pertenecer a este último mediante una empresa familiar.

Esta década se está cerrando con una participación intensa y productiva  de muchísimas mujeres en la política. De hecho, nos podría ir mejor con ellas que con los varones, aunque en lo particular no olvido el perfil autoritario de Griselda Alvarez, que muchos padecimos. Ese empoderamiento es agradable, sin embargo.

Si Colima está listo para la alternancia, no  aventuro al  decir que quizás sea inaugurada por una mujer. Si eso ocurre, la recibiremos con los brazos abiertos. Claro que tendrá que convencer a la mayoría  que su hora habría llegado. En próxima entrega, pormenores de una entrevista con Gaby Benavides, senadora del Partido Verde.