LA CORRECTA ENSEÑANZA DE SU HISTORIA FORTALECERÍA A MÉXICO

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    Lo anterior lo comentó la investigadora del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, Josefina Zoraida Vázquez, en su conferencia “El libro de texto y su importancia en la educación pública mexicana”, dentro del marco del II Coloquio Internacional de Investigación Educativa, que se efectuó en la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Colima.

    Indicó que actualmente es más importante poner énfasis en los libros de historia, concretamente, en la historia de México del siglo XX y XXI, ya que es necesario conocer el origen de los problemas del país.

    Josefina Vázquez expuso que a ella le tocó “vivir una historia de dos Méxicos, un México con ‘x’ o ‘j’ cuando estudiaba la primaria”; afortunadamente en 1940, durante un congreso, los historiadores se dieron cuenta de que se estaba enseñando mal la historia y efectuaron cambios en la asignatura.

    En los libros que realizó Justo Sierra, dijo, había una visión de que México era el resultado de una evolución, “no la historia como la que hubiéramos querido que fuera, sino la que fue”.

    Comentó que la historia de México es muy dramática y difícil, “todos nuestros héroes fueron fusilados, se tenían muchos enemigos”. Razón por la cual indicó que, entre más consientes seamos de nuestra identidad y de nuestra verdadera historia, seremos más fuertes y podremos discutir con cualquiera, “por eso yo creo que las identidades son importantes”.

    Señaló que en 1950 aparecen otros libros de historia, “pero en ese año empieza la explosión demográfica que es el mal que tiene nuestro país, pues no hay ningún país del mundo que se haya multiplicado tanto como México”.

    Indicó que esto es muy costoso, pues en 1940 el país tenía 20 millones de habitantes y ahora somos 116 millones, “¿qué sistema (PRI, PAN, socialismo), puede multiplicar tantas escuelas, hospitales, viviendas?”.

    Señaló que actualmente la educación presenta muchas deficiencias. Recordó que en los años 40, cuando ella estudió el nivel básico en una escuela pública, los maestros eran dedicados, pero cuando hubo la explosión demográfica se habilitaron para maestros quienes concluían la primaria; posteriormente se creó el sindicato de maestros, el cual permitía heredar las plazas a un familiar: “Ahí empezó el desastre de la educación. Tenemos que entender lo mal que estamos para corregirlo, y no nada más subrayar lo malo”.